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Las tres guardias civiles de la comarca representan el 2,5% de los efectivos

El instituto armado celebra en Ribadesella una jornada de la igualdad con la incorporación femenina como objetivo y la equidad interna como logro

Fernández Herrero y Fernández Román en la jornada que celebró la Guardia Civil ayer en Ribadesella. P. M.

En los catorce concejos que integran la comarca del Oriente hay sólo tres mujeres guardias civiles. Esto supone un 2,5 por ciento de los alrededor de 120 agentes que hay en total, según las cifras que facilitó ayer el teniente Carlos Fernández Herrero, en la jornada por la igualdad que el cuerpo celebró en el salón de actos de la Casa de Cultura de Ribadesella. Le escucharon decenas de agentes destinados en toda la comarca (además de la alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández Román, la primera regidora de la historia del municipio) entre los que sólo había una mujer.

La primera mujer guardia civil salió de la academia en el año 1989 y la primera en acceder a la escala de oficiales lo hizo en 1998. Esto explica, en parte, que la presencia femenina todavía sea muy escasa y que el puesto más alto al que hayan accedido hasta ahora las mujeres sea el de teniente coronel.

"Sí que faltan en puestos de dirección", reconoció ayer Fernández Herrero, quien remarcó el trabajo de la institución "por mejorar y equilibrar las cifras". que por otra parte le resultan "frías" para hablar de esta situación. El objetivo es, remarcó, que las mujeres tengan presencia en cada una de las 25 especialidades que hay dentro de la institución y así lograr "la presencia equilibrada que tanto se busca".

La Guardia Civil necesita más mujeres y por eso realiza este tipo de jornadas, para "sensibilizar a la sociedad y a los profesionales" y "romper la creencia de que hay profesiones para hombres y para mujeres". Quieren, en definitiva, que la incorporación de la mujer al cuerpo sea "real y efectiva".

La Benemérita también tiene cuestiones por las que sacar pecho en cuanto a la igualdad de género, ya que como institución pública aplican medidas como la igualdad salarial entre hombres y mujeres y también criterios de conciliación familiar y laboral.

Sobre la escasez en la comarca, con esas tres agentes, Fernández Herrero apuntó a los años que han pasado sin apenas oferta de empleo público e incluyó otro factor: la elección personal de los agentes a la hora de optar por un destino u otro, un criterio subjetivo en el que la institución nada tiene que ver.

Achacó el "estereotipo" de que la Guardia Civil es una profesión de hombres más a la sociedad que al propio cuerpo y a favor de la ciudadanía negó que existan conflictos porque la autoridad esté representada por una mujer. "No ha habido ningún caso", aseguró el Fernández Herrero, antes de destacar las "muchísimas virtudes" que tiene una mujer guardia civil. Desde la realización de cacheos e identificaciones a mujeres hasta el trato con las víctimas de violencia de género, su presencia es necesaria y su "capacidad extraordinaria", destacó el mando.

La apuesta del cuerpo por incorporar mujeres a sus filas es, destacó el teniente, "firme" y se ha visto reflejada, entre otros, en el acuerdo de colaboración firmado con el Instituto de la Mujer. Desde la incorporación de esa primera mujer hace veintiocho años, el instituto armado ha hecho "un esfuerzo" por alcanzar la igualdad, aprobando distintas normas para regular esta incorporación.

Charo Fernández Román acompañó al teniente en la mesa del salón de actos durante la jornada de ayer en Ribadesella y rompió una lanza por la igualdad de género, deseando que cuestiones como la maternidad no supongan una traba en la carrera profesional de las mujeres. La Alcaldesa destacó, además, el importante papel de la mujer en el plano laboral y social, llegando a lugares menos accesibles para los hombres y aportando un gran valor a la colaboración entre ambos géneros.

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