La mejor sidra casera de Ribadesella es la que hace Miguel Ángel Pérez en Meluerda. Así lo decidió ayer el jurado de la XX Folixa la Sidre, que, impulsada por la asociación "Entaína Ribeseya", llenó de asturianía el centro de la villa riosellana. Música, quesos artesanos, deportes tradicionales y, sobre todo, mucha sidra atrajeron a un buen número de vecinos y visitantes. Al concurso de sidre casero, una de las señas de identidad de la folixa, se presentaron 48 palos (25 riosellanos y 9 de otros concejos) y la final estuvo muy igualada. Tanto que fue necesaria una segunda ronda de votaciones para desempatar.

"El nivel es bastante bueno y el empate entre los dos palos indica que el jurado estuvo bastante acertado", explicó Miguel Rosete, vecino de Sinariega (Parres) y campeón regional del año pasado. A la última votación llegaron "una sidra más tierna" y la de Pérez, más dura, que resultó la ganadora. El vecino de Meluerda ya quedó campeón local hace dieciocho años y en otras ediciones conquistó el segundo puesto y quedó finalista.

Sorprendido por su victoria, ayer explicó que los secretos de una buena sidra casera son "amar la limpieza, variedad en la manzana y tener suerte de que salga", resumió Pérez antes de destacar que en esta bebida "no hay químicos. Hay que mezclar y que haya suerte". El sabor, describió, igual que el apellido "natural": "sabe a manzana, no más".

El segundo puesto fue para Isaac Martínez, de Tezangos, que logró los mismos 48 puntos que el campeón. En tercer lugar quedó otra sidra riosellana, la que elabora Iván Otero en la localidad de Pandu. Con estos tres premiados compitieron otros trece palos finalistas y todos llevaron un diploma acreditativo. El primer premio se llevó 250 euros, un trofeo y 500 corchos; el segundo, 150 euros, el trofeo y los 500 corchos, y el tercero 100 euros, el trofeo y los 500 corchos. Los tres tienen derecho a representar a Ribadesella en el campeonato regional, al que al menos Pérez irá para probar suerte.

Junto a Rosete integraron el jurado Luis Fuentes, el campeón local del año pasado; Olegario García, sidrero y propietario del restaurante La Cerezal, y Lorena Alonso y Laudino Riva, ambos miembros del jurado regional. "Entaína" agradeció la colaboración de la Asociación del Fomento de la Sidra Tradicional de Asturias, quien cedió todo el material necesario para el concurso, así como de ocho sidrerías de la villa riosellana (Campanu, Tarteru, La Guía, Abareque, Carrocéu, Casa Gaspar, Casa Basilio y La Marina), que se hicieron cargo de los premios. Iván Prieto es uno de los promotores y agradeció, además, la colaboración de comercios y vecinos, gracias a los que Ribadesella se convirtió un año más (y ya son veinte) en epicentro sidrero.

Entre culín y culín, y para acompañar la expectación que se generó ayer en la plaza Nueva, se subieron al escenario Anabel Santiago y "Los Alloriaos", que arrancaron más de un aplauso con sus interpretaciones de tonada asturiana. Por el escenario de la folixa pasaron, además, "Dixebra" (en la noche del viernes) y "Corquiéu", que el sábado celebró en casa su vigésimo cumpleaños con una carpa abarrotada.