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Chef Campo Viejo, profeta en su tierra

El cocinero, hijo adoptivo de Parres, pregonará las fiestas de San Antoniu en la capital canguesa, donde nació hace 48 años

José Antonio Campo Viejo. J. M. C.

Si hay una persona que marcó al cocinero José Antonio Campo Viejo en el mundillo de la hostelería esa fue Gaspar Cayarga Suárez, "Gaspi", uno de los grandes referentes del sector en Cangas de Onís, fundador del restaurante Torreón, cerrado en 2002, localizado en la avenida de Covadonga. A él, en parte, le debe que acabara dedicándose a esa difícil y competitiva profesión. Y es que la primera chaquetilla que lució fue adquirida por el llorado empresario hostelero -oriundo de Carbes (Amieva)- para que ejerciera de camarero de barra, antes de inmiscuirse entre fogones.

Con 48 años cumplidos el pasado 23 de marzo, José Antonio Campo Viejo es el segundo de tres hermanos, nacidos en un inmueble de la antigua Calzada de Ponga o barrio de El Zanjón. Estudió en el Instituto Rey Pelayo, pero, estando en COU, tuvo un monumental despiste que le derivó a cumplir el servicio militar obligatorio: se le olvidó solicitar la prórroga por estudios. Era el año 1988. Fue destinado a Astorga (Burgos), al Regimiento de Artillería Ralca 52, en Santocildes. Y "la mili" como cocinero fue determinante para labrarse un futuro en esa profesión.

Licenciado en 1989 -cocinaba habitualmente para alrededor de 800 soldados-, regresó a su ciudad natal y encontró tajo en "a Cabaña. Atrás quedaban aquellas temporadas de verano y fines de semana en las que aprovechaba para currar en El Torreón, entre los años 1983 y 1987; y posteriormente en el Piloña-Favila. Después de pasar unos meses por Susierra (Cangas de Onís), se sintió atraído por una oferta laboral en El Español, en Arriondas, hasta que tiempo más adelante fundó, junto a su compañera, Yolanda, el 29 de junio de 1996, El Corral del Indianu.

Hijo de Antonio Campo Ballarin, "El Maño", oriundo de Huesca, quien desempeño tareas de conductor de camión en el transporte de mineral del Cuera, y de Rosa Viejo Gutiérrez, de Arangas de Cabrales, José Antonio siempre fue amante del deporte. Practicó la pelota vasca, en el antiguo frontón cangués, junto al actual presidente de la Sociedad de Festejos, José Luis García, "Fifu". Llegó a ser campeón de Asturias de mano por parejas, en categoría juvenil, con otro chaval (Fernando) de Villaviciosa; y subcampeón de Asturias en la misma modalidad, en otra ocasión, junto al también manomanista cangués Miyar.

El fútbol también llamó a sus puertas: probó por el Cánicas Juvenil, con "Tinón el de La Imprenta" de entrenador, pero no acabó de cuajar la cosa. Ocupaba el puesto de guardameta y se le hacía imposible simultanear balompié y pelota vasca, ya que ambos coincidían en fines de semana. Le tiró más el frontón y allí siguió. Otros de sus compañeros de fatigas, como Pirri Mori, que fue profesional en el Real Oviedo y Atlético de Madrid, entre otros equipos, prefirió el balón y fichó en aquel momento por el club de fútbol de Cangas de Onís.

Eso sí, Campo Viejo tuvo otra segunda oportunidad en el fútbol, de nuevo como portero, en las filas del Cánicas AC, en categoría regional. Estaba de míster Lombardía -mítico guardameta del Real Oviedo en Primera-, a principios de los ochenta. Carriles, portero suplente de Senén -cancerbero titular-, salía de una grave lesión y llamaron a José Antonio. Al final, la cosa quedó en nada y el ahora afamado cocinero se quedó sin lucir, en competición oficial, los colores del histórico equipo cangués. Le encanta jugar al tenis de mesa, con amigos y compañeros de trabajo.

Trabajó duro para sacar adelante su negocio en la capital parraguesa. No ha tenido ni tiempo de contraer matrimonio con la mujer de su vida, Yolanda, a la que conoció a principios de los noventa, cuando ella trabajaba en El Capitán (Vega los Caseros). Tienen una hija, Carlota, que cuenta 12 años y estudia en el instituto El Sueve, en Arriondas, localidad en la que reside la familia. "Estoy soltero. No tuvimos tiempo. Trabajamos muy duro para conseguir lo que nos habíamos propuesto. Fue un camino muy largo, que ahora mismo, está devolviendo los pertinentes intereses", asevera Campo Viejo.

Hijo Adoptivo de Parres, ha sido designado pregonero de las fiestas patronales de San Antoniu, en Cangas de Onís, evento que tendrá lugar a primeros de junio en el Teatro Colón. "Me hace especial ilusión. Muchísimos recuerdos se agolpan en mi memoria, sobre todo de gente que ya no está y a los que quiero rendir mis más grandes respetos", apunta el prestigioso chef, reconocido con una estrella Michelin. Devoto de San Antoniu, Campo Viejo será, por fin, profeta en su tierrina natal.

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