La historia de "Sira", una perra a la que abandonaron en una carretera de Cataluña, no dista mucho de la de cualquier escolar que sufra acoso en el colegio, el llamado "bullying". Con esta premisa y la confianza en que trabajar la convivencia, la cohesión y el respeto en el aula evitan este terrible fenómeno, la asociación "Entre Canes" imparte un taller en varios centros de la región, entre ellos en el Manuel Fernández Juncos de Ribadesella y en el colegio de Prado, en Caravia.

"La mayoría de estudios dicen que lo mejor para prevenirlo es tener una buena cohesión del grupo", explicó Óscar Bueno, director de la organización, para quien si en un aula existe un problema de este tipo y el resto de alumnado tiene una reacción de apoyo a la víctima es muy diferente a si "miran para otro lado".

Las dinámicas con perros, en este caso con "Sira", ayudan a fortalecer la buena convivencia, la comunicación y el resto de habilidades sociales y también facilitan la empatía. Así sucedió cuando la monitora Elián Suárez explicó a los escolares riosellanos la historia de "Sira" y les invitó a pensar sobre cómo se habría sentido al quedarse sola, sin familia y abandonada.

El mensaje caló entre el público, tanto que la alumna Palua Martínez explicó con soltura que el taller le gusta mucho porque aprenden "a respetar a los compañeros y a no hacer bullying". Su compañera Albar Martínez añadió que, además de respeto, han aprendido a "no pelear y no insultar", aunque reconoce que estas cosas "pasan a veces en clase". ¿Qué hacer si pasan? "Decírselo a una profesora", respondió rápido Lucas Alonso, antes de que Candela Coro añadiera el necesario apoyo a quien lo está pasando mal.

El alumnado reflexionó, además, sobre las "conductas correctas" y definió junto a "Sira" y los monitores la importancia de respetar ciertas normas como "no insultar, no pegar y respetar", enumeró Bueno, cuya organización trabaja estos contenidos siempre mediante juegos. "Entre Canes" cuenta para estos fines con un equipo profesional integrado por psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales y adiestradores caninos, entre otros perfiles siempre destinados al trabajo con la tercera edad, la discapacidad y la educación.