El pastor José Luis Alonso Zaragoza es un ejemplo de que los sueños, a veces, se cumplen. Desde hace tiempo este cangués de 22 años no pensaba en otra cosa más que en establecer su propia quesería para elaborar gamonéu del puertu como antaño lo hacía su abuelo Paulino Alonso. Tras varios meses de papeleo consiguió que el consistorio cangués le cediera unas instalaciones en la majada de Gumartini, a donde ayer se trasladó con su ganado coincidiendo con la apertura de pastos a la reciella -ganado menor- en la montaña de Covadonga.

En total son cinco vacas, más de un centenar de ovejas y unas 70 cabras quem además de hacerle compañía, le permitirán elaborar uno de los quesos más caros y demandados del mundo bajo la etiqueta de Denominación de Origen Protegida. "Peleé tanto para que por fin llegara este día que todavía ni me lo creo", aseguró el joven, que a las ocho de la mañana inició una caminata de más de dos horas con sus animales desde su Gamonéu de Cangas de Onís natal, a donde volverá cuando lleguen las primeras nieves para pasar el invierno.

El joven cangués se suma así a los únicos cuatro pastores que hasta ahora elaboraban de forma oficial gamonéu del puertu -dos en Belbín (Onís), una en Gumartini y otro en Fana -asegurando el futuro de una producción artesanal, que el año pasado alcanzó un total de 4.897,5 kilogramos, según datos ofrecidos por el Consejo Regulador DOP Gamonéu.

Alonso cuenta en su nueva etapa con el apoyo incondicional de su abuelo Paulino, con 81 años uno de los pastores de más experiencia en el puerto. "Aunque estoy muy orgulloso de que mi nieto siga mis pasos al principio intenté convencerle de que buscara un trabajo mejor porque esto es muy esclavo, no hay vacaciones ni lujos. Yo tuve que acabar dejándolo en su día por culpa de los ataques del lobo y tengo miedo de que a él le acabe pasando lo mismo", explicó.

Antes de tener la concesión de la quesería, que se prolongará por espacio de cinco años, José Luis hizo sus primeros ensayos con el queso durante los últimos veranos en la cabaña que su abuelo tiene en Uberdón. "Me salieron bien y ahora por fin voy a poder venderlos donde quiera y bajo una etiqueta que otorga confianza al consumidor", apuntó el joven, que resaltó las comodidades de su nueva cabaña, que a diferencia de la anterior cuenta con luz, agua y hasta un centro de ordeño compartido.

El pastor cangués utilizará la leche que ordeñó anoche de sus animales para hacer hoy sus primeros quesos de la temporada en Gumartini, que si todo sale bien podrán consumirse a mediados de febrero tras un proceso de maduración en una cueva cercana. "La intención es la de hacer unos diez kilos al día en los meses de junio y julio", explicó el nuevo inquilino de Gumartini, que para protegerse de las alimañas cuenta con la compañía de sus perros "Enol" y "Gala". "De noche guardo los animales pero mi mayor miedo es que el lobo ataque también de día. Las ayudas llegan cuando llegan y no compensan. Yo no pido que los exterminen pero sí que los controlen para que no haya superpoblación en la zona", aclaró.

Entre sus trucos para obtener un gamonéu de calidad, aprendidos de su abuelo, están los de hacer el queso "con mucho mimo" y procurar que la limpieza sea "máxima" durante todo el proceso para evitar que se pique la leche. José Luis celebró las lluvias caídas en los últimos días, que ayudan a revitalizar los pastos en las montañas de Covadonga "aunque las tormentas son malas para los quesos, que no quedan igual cuando se hace en esos días", matizó.

Como joven emprendedor, José Luis pide a sus coetáneos que nunca pierdan la esperanza y luchen con tesón por alcanzar sus sueños. El nuevo pastor también tiene un mensaje para los políticos. "Les diría que si quieren que la gente siga aquí tienen que facilitar los papeleos, no poner tantas trabas, porque te vuelven loco con tanta burocracia", apostilló.

A los cinco pastores del puerto se suman otros 16 elaboradores que durante todo el año elaboran sus piezas en los valles de Cangas de Onís y Onís a base de una mezcla de leche de las especies bovina, ovina y caprina.