El ajedrez es un juego de niños para Edén Álvarez de Diego, que a sus 7 años de edad acaba de proclamarse subcampeona de Asturias en la categoría sub-8 de este deporte. Álvarez, que vive con su familia en Aballe (Parres) hizo su primer "jaque mate" a los cinco años de edad y desde entonces le cuesta encontrar rivales que se atrevan a desafiarla.
Fue su padre Alberto Álvarez, agente de Medio Ambiente, el que de pequeña enseñó le enseñó las nociones básicas para mover las piezas por el tablero a imitación de algunos ídolos, como Raúl Capablanca, Carlos Torres o Bobby Fisher.
"Me encanta el ajedrez porque es mucho de pensar, te van surgiendo ideas y te vas superando día a día", explica la niña, que este domingo se impuso como campeona en el torneo infantil que el Ateneo Obrero organizó en Laboral Ciudad de la Cultura (Gijón), derrotando en la última partida a la actual campeona de Asturias y levantando gran expectación al conseguir cinco puntos y medio de los seis disponibles. "No sentí muchos nervios", confesó. Y es que a pesar de su corta edad, Álvarez atesora un currículum brillante en el que figuran, entre otras, la victoria en marzo en el campeonato del Oriente, que se celebró en Ribadesella.
El fundador del Club de Ajedrez de Cangas de Onís, Isaac Barreiro, ya vio hace más de un año una gran potencialidad a la niña y acordó con sus progenitores darle clases particulares en casa los viernes por la tarde. La madre de la ajedrecista, también llamada Edén, está orgullosa de la niña no sólo porque estuvo a punto de conseguir la plaza para representar a Asturias en el campeonato nacional que se celebra en Salobreña (Granada) sino porque en la final regional de ajedrez rápido disputada el 27 de mayo fue la única fémina que logró hacer pódium entre las categorías sub-8 y sub-16. "De las siete partidas que jugó, ganó seis. Es una niña que está ilusionada y adora jugar al ajedrez y la motivación en estas edades es muy importante", destacó la progenitora de Edén.
Aunque a Álvarez le gusta saborear las mieles del éxito, quienes la conocen aseguran que sabe encajar bien las derrotas cuando sus contrincantes son superiores en sobre el tablero. Así lo afirma Ángel Fernández, director del colegio público Reconquista de Cangas de Onís en el que estudia la menor. "Es una niña excelente que siempre ayuda y se preocupa por los demás competidores", defiende.
El ajedrez no es la única afición de la subcampeona regional, que está sacando el 2º curso de Primaria con sobresaliente. Álvarez también toma lecciones en la Escuela de Música canguesa y además de cantar en el coro siente predilección por instrumentos como el violín y el piano.
"No puedo elegir, todos los hobbies me gustan por igual y si te organizas bien da tiempo de sobra para disfrutar de todos", asegura. La joven no se pone metas y prefiere disfrutar del momento. "De mayor me gustaría ser profesora o camarera y seguir practicando con el ajedrez", explica la joven.
