Suma tan solo catorce ediciones pero la importancia de la prueba deportiva conocida como la Travesera se hace notar en Cabrales, la puerta de los Picos de Europa. Los preparativos para que todo salga a pedir de boca se ultiman durante las últimas horas. Ayer, comercios, restaurantes y hoteles se preparaban para recibir a un nutrido grupo de visitantes. Seiscientos deportistas tomarán parte mañana en una competición internacional que este año será también puntuable para el campeonato de España. Todo el mundo en Cabrales tiene marcado en rojo estas fechas en el calendario. La carrera tendrá lugar mañana en su habitual recorrido entre Covadonga y Arenas. Se completarán un total de 74 kilómetros con 13.245 metros de desnivel acumulado. El domingo será la Traveserina (44 kilómetros con un desnivel acumulado de 6.900 metros). El impacto sobre la economía de la zona es, según coinciden todos, muy importante.
Pablo Gonzalo esperaba ayer en la oficina de Turismo de Arenas la llegada de visitantes. "Estamos hablando de una prueba que puede ser incluso más importante para Cabrales que el certamen del queso", señaló. Comerciantes y hosteleros confirman la opinión del técnico de turismo. "Los hoteles están, sino llenos, al borde del lleno y los restaurantes se espera que trabajen muy bien estos día", explica.
Juan Enrique, del bar La Plazuela situado en plena plaza del Castañéu, se tomaba con calma las horas previas al desembarco de visitantes para participar en la Travesera y Traveserina. "Se empezará a notar ya esta tarde (por ayer). Viene mucha gente. Si en total vienen 600 participantes y al menos una persona con cada uno ya te pones en 1.200 personas como mínimo", explica. Sostiene que la prueba da el pistoletazo de salida al verano. "Para los negocios es muy bueno todo esto", dice. Paseando por Arenas estaba ayer el langreano José Luis Cortés. Amante de la montaña, formó parte de la organización de la prueba durante las seis primeras ediciones. "El único problema es que hay un cupo de inscripciones por el tema del parque nacional", dice. Subraya el enorme impacto económico del evento. "Es una carrera que no tiene ningún impacto negativo sobre la naturaleza y tiene un gran impacto positivo sobre los pueblos de Cabrales", indica. Cree que las restricciones que pone el parque nacional para que se organice la prueba carecen de sentido.
"La Travesera es para nosotros lo más importante del año. La gente compra sobre todo queso y sidra. Solo trae cosas positivas para Arenas y los alrededores", dice Beatriz Campillo de la tienda La Quesería. Junto al Ateneo Cabraliego un puñado de voluntarios pertenecientes al grupo de montaña Ensidesa de Gijón preparaban las bolsas para los participantes con bebidas, geles, barras energéticas o mapas. "Con la gente que quedó fuera de las inscripciones podríamos organizar otras dos carreras como esta", señaló Benjamín Cabo, uno de los responsables de la organización. "Las restricciones que pone el Parque hacen cada vez más difícil organizar la prueba", lamentó.
