"La auténtica patria del hombre es su infancia". Con esta frase del poeta checo Rainer María Rilke inició ayer el cocinero con una estrella Michelin José Antonio Campo Viejo el pregón de las fiestas de San Antoniu en Cangas de Onís. El chef de El Corral del Indianu, en Arriondas (Parres), repasó ante el público que abarrotaba el teatro Colón los mejores momentos de su niñez, que transcurrió en el barrio cangués de El Zanjón.

"Teníamos de todo sin tener de casi nada", apuntó señalando los orígenes humildes de su familia, a la que tuvo muy presente en el discurso. En especial a su padre ya fallecido "un maño que hace casi un siglo vino por trabajo" y se quedó por el carácter "humano, campechano y en esencia bueno" de los cangueses.

Campo Viejo relató cómo de pequeño esperaba con ansia la celebración de "la joguera" en El Robledal de San Antoniu, que calentaba motores para el gran día, el 13 de junio. "No olvidaré nunca aquellas mañanas de San Antoniu, las conservo intactas y pegadas al recuerdo de mi padre y la corbata que ponía dos veces al año, en Navidad y para celebrar la fiesta del pueblo, con los hijos vestidos de asturianos o estrenando algo de ropa", dijo el chef, que empezó su carrera profesional como camarero en El Torreón de Cangas de Onís, con el llorado Gaspar Cayarga. Tras sacar una sonrisa a los asistentes narrando anécdotas, como que siendo un adolescente recibió en el restaurante la visita del historiador Ian Gibson, el pregonero se puso serio para recordar a fallecidos como Maruja Díaz, "la de Inguanzo el taxista", que durante años se encargó de vestir a los xigantes y cabezudos de San Antoniu. "Sueño que el tiempo no ha podido con nosotros, que el martes como siempre Maruja acompañará la procesión con su eterna sonrisa, acompañando a un santu tan suyu", apuntó, antes de gritar vivas a San Antoniu. El acto, presentado por Ángel Lueje, contó con la actuación del coro infantil de la Escuela de Música, la asociación folklórica "Picos de Europa", la banda de gaitas local y el Coro "Peña Santa". La fiesta, que organiza la Sociedad de Festejos de Cangas de Onís (SFC), continúa esta noche en El Robledal con un concierto rock homenaje al bajista Alejandro Espina.