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El mejor fin de semana de Arenas

"Tenía que haber una Travesera cada quince días", aseguran los empresarios de turismo de la localidad cabraliega, a rebosar con la carrera

La XIV Edición de la Travesera de los Picos de Europa deja buen sabor de boca en Arenas de Cabrales, meta de la prueba del campeonato de España donde ayer era difícil encontrar aparcamiento o huecos para comer o tomar algo. Trescientos de los mejores especialistas en carreras de montaña participaron en el evento con salida en Covadonga de madrugada y con ellos llegaron decenas de amigos, familiares y curiosos que abarrotaron la localidad cabraliega.

Situación que hoy se repetirá a buen seguro con La Traveserina, que sale de Sotres (6.30 horas) y tiene meta en Arenas tras 44 kilómetros por el Parque Nacional. Así lo aseguran Miguel Mendiola y Corina Plesa, del restaurante Cares, que ayer no dudaron en utilizar potas y garcillas para animar a los deportistas. "Éste es el mejor fin de semana del año sin duda. Tenía que haber un evento como este cada 15 días", aseguraron los hosteleros, que tenían el comedor a rebosar.

Su opinión la comparte la confitera del "Desquite" Conchi Corro, que desde que abrió a las siete de la mañana no dio abasto para vender quesadas y bocadillos. "Estamos a tope. Hicimos seis bandejas de cruasanes y desaparecieron. Si hubiéramos hecho más, lo vendíamos sin problema", celebró.

El público asiduo a la prueba de montaña constata un "boom" en el número de visitantes, hasta tal punto que es difícil encontrar una plaza hostelera en los días previos a la Travesera. "Cada año va a más porque presta mucho venir a dar una vuelta y comprar un quesín", afirmó Mónica Iglesias, vecina de Laviana que acudió con sus padres para animar a su hermano, el corredor Gilberto Espina, uno de los promotores del hermanamiento de la Travesera con la mítica ultra trail alpina "Tor des Geants", en el Valle de Aosta.

El seleccionador de la equipación andaluza Gonzalo Zea asistió ayer por primera vez a la prueba -de 74 kilómetros y 13.245 metros de desnivel acumulado- en la que su corredor Manuel Anguita hizo un tercer puesto. "Nos gustaría repetir porque el ambiente es fantástico, aunque desgraciadamente por las restricciones que pone el parque nacional de los Picos de Europa se hace muy difícil conseguir dorsal", aseveró.

Con un termómetro disparado (al mediodía se superaban los 20 grados de largo) los familiares del corredor cántabro Adrián Santiago optaron por darse un chapuzón en el río para refrescarse. "La espalda le jugó una mala pasada y tuvo que retirarse, así que volverá porque tiene la espinita clavada. Y nosotros con él para pasar el día porque el paisaje es bonito y aquí hay una tienda de deportes bien equipada", explicaron los parientes, que también echan en falta más dorsales.

Más información en la página 62

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