Habrá arranque de ocle en los campos marinos de Llanes, pese a la frontal oposición de los recolectores de arribazón. La Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales autorizó ayer la extracción de algas de fondo del género gelidium (ocle) en toda la costa asturiana, incluido el tramo entre Cabomar, en Nueva (Llanes), y Tinamayor, en Bustio (Ribadedeva), donde hacía 29 años que esta actividad estaba prohibida. La petición de las cofradías de pescadores de Llanes, Ribadesella y Bustio ha sido atendida por la Dirección General de Pesca y ocho embarcaciones de la comarca podrán extraer este verano de los fondos marinos 1,3 millones de kilos de ocle. Según la Consejería, esta actividad tendrá carácter "experimental" y se realizará también el año próximo.

La asociación Ocleros del Oriente ha convocado para el mediodía de hoy una concentración contra el arranque frente al Ayuntamiento de Llanes, al haberse desoído su demanda de que se presente un estudio socioeconómico sobre el impacto del arranque en la economía del concejo y otro medioambiental sobre sus consecuencias en los campos marinos. Los ocleros entregarán en el Ayuntamiento las firmas contra el arranque que han recogido en los últimos días.

La campaña de arranque se desarrollará entre el 3 de julio y el 29 de septiembre, ambos inclusive. Los buceadores (tres como máximo por embarcación y nunca todos ellos a la vez dentro del agua) podrán arrancar ocle de lunes a viernes.

En total se podrán arrancar en Asturias 4,6 millones de kilos de ocle. Se podrá arrancar hasta el 75 por ciento del total de la biomasa de algas de cada campo, con el fin de que la población pueda recuperarse "en un año", según la Consejería.

La decisión del Principado ha sido duramente criticada por la Agrupación de Vecinos y Amigos de Llanes (AVALL), que aún no ha recibido respuesta al escrito contra el arranque que presentó el pasado 30 de mayo. AVALL decidirá en las próximas horas si recurre la autorización.

También la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies lamentó la autorización de la extracción sin someter el proyecto "a consulta publica", "sin aportar una sola prueba que avale que el arranque garantiza el sostenimiento de esta actividad en el futuro, ni compartir sus disparates teóricos para que puedan ser contrastados" y "sin atender las peticiones que incluso técnicos del Principado le había trasladado".