Alrededor de un centenar de personas se concentraron ayer frente al Ayuntamiento de Llanes para protestar contra la autorización regional por la que ocho barcos de la cofradía local podrán arrancar ocle durante dos años. "Supone el final o la gran merma del crecimiento" de las algas. Hace treinta años ya se manifestaron por lo mismo.

Entonces lo consiguieron, mientras que ahora se ven desvalidos, pues el permiso -publicado un día antes- sigue, según aseguraron, "una práctica arbitraria y dictatorial que se lleva por delante la información pública" y su derecho a "alegar, evidenciando así que no tienen el menor respeto ni por las leyes europeas ni mucho menos por las más de cien familias que, sólo en Llanes", viven de esta actividad. La resolución no viene acompañada ni por informe ambiental ni socioeconómico "que certifique que no se va a esquilmar un recurso natural que es de todos los ciudadanos".

Los recolectores lamentan que, si quieren defenderse de este "atropello", los tribunales sean su única opción. "Como si esto fuera una dictadura pura y dura", añade el comunicado leído por Juan Carlos González, actual presidente de la recién constituida asociación que agrupa a estos profesionales. En la actualidad son alrededor de 89 y en una semana han logrado reunir 2.182 firmas que ayer entregaron al alcalde de Llanes, Enrique Riestra, quien, además de firmar el documento contra el arranque, afirmó no tener nada "en contra de la cofradía", que no le llamó "ni una sola vez". El regidor defendió, además, "que se pueda pesar el ocle" en la institución marinera, para la que sería un ingreso.

La cantidad de ocle que les quedará a los recolectores de arribazón después de que buzos arranquen las algas mar adentro, y también el valor, ya que el precio podría devaluarse, son dos de los factores que más preocupan. La asociación explicó ayer que aún tienen que "estudiar" cuáles serán los próximos pasos a dar.

Otros recolectores, como José Gavito, apuntaron al convenio Aarhus que firmó España y que regula la participación pública en la toma de decisiones que afectan al medio ambiente. Gavito atestiguó, además, cómo "desde Naves hasta Nueva están desertizados los campos de 'Laminaria' y 'Fucus'. Cuanto más si a una zona así metes una deforestación", lamentó.