Sabino Martínez preside Aritur, la asociación que aglutina a los alojamientos de turismo rural del concejo, desde el año 2014. Regenta un hotel rural en la localidad de Camangu.
- Esta madrugada ha entrado el verano, ¿qué temporada esperan en el sector que usted representa?
-Muchísimo mejor que los anteriores. Para julio hay mucho movimiento y se hicieron reservas con muchísima antelación, mucha más que otros años. Para los fines de semana de julio está casi lleno y hay fechas en agosto para las que no hay plaza. Y otra cosa, incluso los primeros ocho o diez días de septiembre serán muy buenos, la gente está ya reservando par este mes, algo rarísimo.
- Ya se ve mucho movimiento por Ribadesella, ¿empezó la temporada antes que otros años?
-Sí ,parece que el verano ya empezó el pasado fin de semana, cuando estuvo prácticamente lleno. Otros años, como dice el dicho, el turismo empezaba después de los sanfermines y este pasado fin de semana hubo una empresa que metió al río casi a mil personas. Esto en agosto es normal, pero para el mes de junio es una exageración. También hubo restaurantes que el sábado por la noche se quedaron sin existencias de la cantidad de gente que tuvieron. No estábamos acostumbrados a que viniera tan de golpe. Hizo tan buen tiempo que la gente salió y, además, se nota que está gastando. Creo que va a ser un verano excelente y, aunque hay que contar con las previsiones meteorológicas y con alguna cancelación, también habrá mucha gente de paso.
- ¿Han notado el aumento de peregrinos del Camino de Santiago?
-Muchísimo más que otros años. Yo personalmente tuve mucha gente durante todo el mes de mayo y los primeros quince días de junio. Un domingo, por ejemplo, llené el establecimiento con peregrinos, todo extranjeros: alemanes, ingleses y muchísimos franceses. Es gente de mediana edad con un poder adquisitivo bastante bueno y que no duermen en el albergue, sino en hoteles.
- La suya es una de las voces más críticas con la conservación y señalización del Camino a su paso por Ribadesella, ¿ha mejorado la situación?
-No, está como estaba, o peor. En la zona que va desde Toriellu a Ribadesella hay cuatro o seis sitios que los peregrinos tienen que pasar por fincas privadas, porque en el camino no pueden pasar sin pisar en medio del charco. Y de la señalización todavía no se mejoró absolutamente nada. Yo soy peregrino y Asturias y Cantabria son los sitios donde peor señalizado está; sin embargo el País Vasco es un paraíso en este sentido. Si queremos que nos pasen turistas del Camino de Santiago tendremos que mejorar. Ellos mismos te cuentan que está mal y creo que hay que hacerles caso.
- También apostó por una mayor comunicación de los gestores del centro Tito Bustillo con el empresariado turístico, ¿qué echa en falta en este ámbito?
-Que tuviésemos un poco de trato, pues no tenemos reuniones con la empresa que lo lleva. Se ha señalizado en la autovía, pero tendría que salir un poco más en los medios, porque todavía hay gente que no sabe qué es Tito Bustillo, mientras que Altamira es conocida por todos. He conocido personas que primero sabían de la cueva de Cueves del Agua que de la de Tito Bustillo.
- Otros profesionales del sector turístico en Ribadesella han cuestionado que dos días de cierre a la semana son demasiados para Tito Bustillo, ¿qué usted opina?
-Entiendo que hay que darles día de descanso a empleados, todo el mundo tiene derecho, pero creo que con un día de cierre sería bastante. Los turistas vienen a diario y de hecho en hostelería no descansamos ningún día. Estaría bien que la cueva cerrase el lunes, pero el martes no; todos los museos cierran sólo los lunes. Otra cuestión es por qué tiene que ser gratuito los miércoles. Podría ponerse de pago siempre y así no se concentraría a toda la gente en ese día.
