Los arenales de la comarca son el destino deseado de miles de personas cada verano. Buena parte se desplaza en coche y, para evitar "colapsos circulatorios", ayuntamientos como el de Ribadesella tomarán medidas especiales para ordenar el tráfico.

Es lo que sucederá en la playa de Vega entre el 1 de julio y el 15 de septiembre, cuando se restringirá el paso de los vehículos a la zona de las dos rotondas (comprendidas entre los restaurantes Güeyumar y Superman) así como al camino que se inicia en el puente sobre el río Acebo. Los atascos son frecuentes en este arenal, al que en las jornadas de mayor afluencia acceden hasta 3.000 personas y que en todo el periodo estival supera las 130.000. Se autoriza, por otra parte, el acondicionamiento de un aparcamiento de pago en el entorno de la playa desde el 1 de julio al 15 de septiembre, ambos incluidos. Así consta en la resolución municipal en la que se remarca la total prohibición de estacionar vehículos en ambas márgenes de la carretera RS-4, que da acceso a la localidad de Vega.

A las zonas restringidas sólo podrán acceder vehículos para realizar labores de carga y descarga de mercancías antes de las 11.00 horas y a partir de entonces sólo podrán hacerlo los de servicios públicos, así como los particulares debidamente autorizados al efecto. El Ayuntamiento de Ribadesella expedirá, previa solicitud por escrito, la autorización a quienes vivan o trabajen en la zona acotada y limitará el número de las mismas en función de sus necesidades. También podrán acceder vehículos que transporten personas con movilidad reducida (siempre que tengan la tarjeta de estacionamiento en vigor). Todo el que pase a partir de las 11.00 horas sin esta acreditación o sin la autorización será sancionado. El camino del puente sobre el río Acebo en dirección Oeste estará restringido a vehículos que vayan al estacionamiento de pago, vehículos de servicios públicos y los titulares de las fincas a las que da acceso. El Consistorio también expedirá un número limitado de autorizaciones en función de las necesidades de explotación agrícola de las fincas. Ambos tipos de permisos son independientes entre sí, de forma que uno no incluye otro. El gobierno local advierte, además, de que el uso "indebido o fraudulento de las autorizaciones conllevará su retirada", con independencia de las sanciones administrativas oportunas.