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El olimpismo inspiró el Descenso del Sella

Dionisio de la Huerta se basó en las antiguas celebraciones griegas para concebir la fiesta de las Piraguas, según una investigación en la que participó la riosellana María Collado

María Collado y el gijonés Alberto Estrada, con material antiguo del Descenso del Sella. ÁNGEL GONZÁLEZ

Dionisio de la Huerta se inspiró en las antiguas celebraciones olímpicas para concebir lo que hoy es el Descenso Internacional del Sella. Así lo concluye una investigación en la que ha participado la riosellana María Collado Martínez, quien acaba de publicar un artículo en la revista "Citius, Altius, Fortius", una publicación del Comité Olímpico Español editada por la Universidad Autónoma de Madrid. Collado, profesora bilingüe de Educación Física en el instituto Príncipe Felipe de Madrid, ha elaborado el texto junto a otros tres autores de la Universidad de León: José Antonio Robles Tascón y Eduardo Álvarez del Palacio (directores de su tesis) y Santiago García Morilla, y se ha basado en el trabajo que está realizando para su tesis sobre Juegos y deportes tradicionales en la ribera del Sella.

Entre las conclusiones, ha visto que el creador de las Piraguas (también conocidas en Asturias como les Piragües) se inspiró en " rituales de aquellas antiguas celebraciones griegas": cientos de piragüistas acuden de todos los lugares del mundo, y lo importante, "al menos en las primeras ediciones, era el honor de ganar, al igual que los antiguos griegos peleaban hasta el máximo de sus posibilidades por una corona de olivo".

Señalan los investigadores que "el desfile de los participantes por naciones, hoy en forma de clubes, recuerda también a los protocolos olímpicos", así como "la salida solemnizada con la poesía, con unos versos que aluden a los dioses, son parte del ritual de la salida para tal magnifico evento" en el que, además, miles de seguidores esperan año tras año "ser testigos de tan maravillosa cita deportiva".

El ingenio de De la Huerta al diseñar la fiesta del Sella permite, aseguran los autores, "volver a la esencia del deporte, aunque sólo sea por una jornada".

Los investigadores también sitúan los orígenes del Descenso en su contexto favorable según él para su nacimiento: "la primera mitad del siglo XX en España se caracterizó por un cambio en las circunstancias socioculturales, políticas y económicas", unas modificaciones que tuvieron consecuencias significativas en el ámbito del deporte. "El aumento del tiempo libre por parte de la población y la mejora de las comunicaciones permitió un mayor intercambio intercultural, lo que en el caso del Sella se tradujo en la posibilidad de la llegada de equipos extranjeros", explican los autores, quienes destacan por encima de todo el papel "clave" de la Huerta.

"Fue el pionero del turismo activo", "descubrió las grandes posibilidades de la zona y, lo más importante, se las mostró al mundo, algo que los asturianos siempre podrán agradecer a este extraordinario hombre", concluyen. Describen el papel del impulsor de las Piraguas más allá del ámbito de la fiesta, ya que consideran al Descenso "claramente el propulsor del piragüismo en España", pues "gracias a él se fundó la Federación Española de Piragüismo y se fomentó la práctica de esta actividad, que ha cosechado un gran número de palistas olímpicos".

El trabajo ha recorrido los aspectos más importantes de De la Huerta, precursor además del tenis en España. La evolución desde un evento regional a uno internacional, con la participación en varias ocasiones de más de veinte países, llevan a la comparación del Descenso del Sella con campeonatos continentales, Mundiales o Juegos Olímpicos.

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