Ángel Fernández Barrio siempre tuvo claro que lo suyo era la enseñanza y por eso ayer le costó despedirse de sus compañeros del colegio público Reconquista de Cangas de Onís, en el que lleva treinta años trabajando, los ocho últimos como director. Este leonés que estudió Magisterio en Calahorra, disfrutará a sus sesenta años de una jubilación anticipada en la que la lectura y la pintura, dos de sus grandes aficiones, cobrarán protagonismo. "Me da mucha pena despedirme porque sé que en el centro me tienen muchísimo cariño pero creo que es mejor que entre savia nueva a la dirección", reflexionó Fernández, que fue agasajado por el resto de profesores con una comida de despedida. "Quiero que sepan que siempre podrán seguir contando conmigo", aclaró.

Fernández sacó la plaza de profesor mientras hacía la mili en Lanzarote y empezó a ejercer la docencia en 1979 en el colegio público Tamarán, en Vecindario (Las Palmas). Allí estuvo ocho años, tres de ellos como director. "Empezaban a definirse las comunidades autónomas y decidí marcharme a Asturias porque hablaban de que igual había complicaciones para la movilidad aunque finalmente no fue así", apuntó. Al llegar al Reconquista dio clase a niños de los pueblos circundantes pues los que vivían en la capital acudían al centro Vázquez de Mella, hoy incorporado al instituto Rey Pelayo, hasta que éste cerró y todos los estudiantes fueron reubicados en el primero. Fernández hizo frente a lo largo de su carrera a muy variadas reformas educativas pero independientemente de que estuviera vigente la LODE, LOGSE, LOCE, LOE o LOMCE supo siempre despertar en sus alumnos la curiosidad y el gusto por aprender. "Procuré que se sintieran escuchados, que fueran felices y me satisface cuando voy por la calle que me paren y me cuenten que guardan grato recuerdo de mí", apunta el profesor, que echa en falta una ley educativa "apolítica y consensuada, con largo futuro, como ocurre en Finlandia".

A juicio del hasta ahora director del colegio Reconquista, fue un error quitar de los colegios 7º y 8º. "Era mejor que llegaran a Secundaria con más madurez y menos diferencia de edad con los mayores, a los que tienden a imitar y no siempre en los mejores hábitos", recalca. Fernández reconoce que en estos años el centro educativo cangués experimentó grandes mejoras: "las instalaciones son casi las mismas, salvo la pista cubierta y el nuevo aulario de Infantil, pero se disponen de muchos más servicios tecnológicos", destaca. Unas tecnologías ante las que permanece vigilante para evitar casos de acoso escolar "muy dolorosos y que siempre deben ser perseguidos", concluye el ya exprofesor.