La psicóloga Carolina Carmona Rubio (Madrid, 1976) se enamoró durante unas vacaciones de Asturias y hace siete años decidió fijar su residencia en Piloña, donde tiene su consulta y coordina un colectivo de mujeres que trabaja para erradicar la violencia de género en el concejo. La madrileña imparte los talleres de memoria municipales, que el viernes celebraron su segundo encuentro en el prau de La Cueva de Infiesto.
- ¿Cómo surgió la idea de crear un colectivo de mujeres en Piloña?
-El colectivo Piloña Saludable, del que formo parte, empezó a desarrollar actividades de sensibilización en fechas señaladas como el 25-N o el 8-M y ahí nos dimos cuenta de que era necesario crear un grupo con una implicación activa durante todo el año para prevenir la violencia de género en el ámbito local. La idea es mantener una reunión mensual para que vayan saliendo propuestas de mejora en el concejo. En las tres celebradas hasta ahora se pusieron sobre la mesa proyectos interesantes.
- ¿Qué proyectos son esos?
-Una de las primeras ideas para aumentar la participación de las mujeres fue aprovechar las escuelas que el Consistorio piloñés está rehabilitando como lugares de encuentro y poner allí en marcha actividades como cine de pueblo que ya echamos a andar en Areñes con éxito. Otra iniciativa es la de hacer una concentración cada vez que se produzca un feminicidio para mostrar nuestro rechazo y que el resto de la población se implique. Crear una guía de recursos para la mujer o hacer un homenaje a la mujer rural son otras de las propuestas.
- ¿Quién puede formar parte del colectivo?
-Todas las mujeres, sean o no mayores de edad. Necesitamos que sean conscientes de que todas tenemos algo que aportar y que se impliquen para que esto funcione.
- ¿Es mala la situación de las mujeres que viven en el entorno rural?
-Para empezar a trabajar tuvimos en cuenta las características de la zona en la que nos movemos: con una población muy dispersa y dificultades de transporte para las mujeres. Esto repercute en que muchas veces están solas, pueden pasar semanas sin ver a un vecino y sin relacionarse con nadie, como no sea el panadero. Eso hay que cambiarlo. Además, allí la violencia de género sigue estando enquistada en la comarca aunque a veces sea menos visible. Hay que darle visibilidad porque no consiste sólo en que a lo mejor te den una paliza: se ejerce a través del control social, económico...
- ¿Los jóvenes de hoy están más concienciados contra la desigualdad de género?
-Tristemente los jóvenes repiten los roles o modelos amatorios antiguos basados en la desigualdad y el machismo. En parejas adolescentes se dan muchísimos casos de control a través de las nuevas tecnologías como el guasap. En este sentido, estudiamos dar charlas de concienciación en el instituto local.
- ¿Son machistas las mujeres?
-Todos somos machistas porque el sistema en el que nos educan lo es y acabamos viendo como normales cosas como que si vas con tu pareja y pides una cerveza y él un café el alcohol se lo sirven a él, que le extiendan al hombre siempre la cuenta, que cuando se abre una puerta ellas tengan que pasar primero...
- ¿La Administración está comprometida contra la violencia de género?
-En el caso de Piloña, que es donde operamos, el equipo de gobierno local está plenamente comprometido y su apoyo es máximo a todas las actividades que desarrollamos. El problema es que a nivel nacional hace falta una dotación mayor de recursos económicos para poner en marcha políticas contra la desigualdad. Por otro lado, no se avanza con los regímenes de visitas cuando los padres están divorciados. Los niños están muy expuestos y no se les escucha.
- El pasado viernes participó en el segundo encuentro de mayores en La Cueva. ¿Qué balance hace?
-Muy positivo. Juntamos a más de cien personas mayores que participaron en los distintos talleres municipales de memoria desarrollados por todo el concejo y se lo pasaron en grande con la merendola, el teatro y recitando versos de Gloria Fuertes, Miguel Hernández o Teresa de Calculta. Muchos repetirán el próximo curso porque la actividad les ayuda a mantener la mente activa, mejora sus relaciones sociales y su estado de ánimo.
- Participa en un programa pionero de voluntariado con mayores de la asociación El Prial de Infiesto. ¿En qué consiste?
-Cada vez hay más personas mayores o con discapacidad que viven solas en los pueblos del municipio, sin o con pocas relaciones sociales, que no pueden acudir a las consultas médicas por no disponer de transporte o no tener cerca a alguien que las apoye en las explicaciones médicas. Entre varios colectivos hemos decidido trabajar juntos para crear una red de voluntariado. Acabamos de publicar un folleto para informar a la población y ver qué personas pueden ser perceptoras del servicio y quienes están dispuestos a prestar ayuda.
- ¿Cómo se puede participar?
-La inscripción se puede hacer en El Prial, donde te dan la formación pertinente. Se puede colaborar saliendo a pasear con las personas mayores, realizando actividades en las residencias geriátricas del concejo, acompañándolos con el vehículo a las actividades de envejecimiento activo o también a la consulta médica. Asimismo, nos pueden proponer ideas para mejorar la vida de los demás.
- Usted es especialista en hipnosis ericksoniana, ¿en qué consiste?
-Es una intervención a nivel del inconsciente que sirve como herramienta para conseguir el bienestar al fomentar la capacidad de autocuración de nuestro cuerpo. En ella ni pierdes la consciencia ni es posible manipular a nadie, aunque no es recomendable para personas con trastornos psicóticos. El trance hipnótico se usa para ayudar al paciente a utilizar sus propias asociaciones mentales y lograr sus metas.
