María Josefa Sanz es catedrática de Ciencias Técnicas historiográficas de la Universidad de Oviedo, cronista oficial de Avilés y miembro de número del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). Esta tarde (19.30 horas) impartirá una charla sobre el Camino de Santiago en Colunga, organizada por la fundación "Cruz de los Ángeles" y el Ayuntamiento, será en la sala Loreto. La entrada es gratuita.
- ¿Cuáles son los emblemas más importantes del Camino de Santiago en Colunga?
-La venta de La Espasa, los dos puentes que hay en Bueño, que son una preciosidad y que se usaban uno para pasar la persona y el otro la caballería. Y el hospital de Santa Ana, del que sólo queda la capilla. En el caso de las ventas y de algunos hospitales, sólo se han conservado los que luego tuvieron un servicio agrícola. Fue hospedaje de peregrinos fundamentalmente a partir de la segunda mitad del siglo XIII y XIV, cuando el Camino de la Costa dejó de ser tan inseguro y empezó a ser muy utilizado. Es un camino de época romana y que viene desde Burdeos. Era peligrosa porque había piratería berberisca, no del norte: entraban en los pueblos, se llevaban dos o tres familias y los vendían como esclavos. A partir del siglo XIII, cuando Alfonso X da fuero a una serie de poblaciones como son Colunga, Villaviciosa y Ribadesella, se rodean de murallas.
- ¿Quién gestionaba y qué misión tenían hospitales como el de Santa Ana?
-La mayoría de los hospitales dependía de los ayuntamientos, aunque lo podía dotar un particular, como sucede con el hospital de Avilés y el eclesiástico Pedro Solís. No eran para curar, sino para albergar: viene de hospitium, huésped, al que se le daba lecho, agua, fuego y sal. Si estaba enfermo el alberguero le atendía y, según fuera la enfermedad, o bien esperaba a que se curase o lo mandaban hasta el siguiente hospital aprovechando que iba alguien, para que fuera ganando Camino.
- ¿Qué elementos importantes se encuentra el peregrino en dirección a Villaviciosa?
-Saliendo está la iglesia de Pernús y en Conlleo hay capilla de ánimas. En el límite entre Colunga y Villaviciosa está la iglesia de La Llera, que en la parte superior tiene una inscripción que dice "iglesia de asilo". A quien se refugia en ella no lo puede juzgar la justicia civil, sólo la eclesiástica, tiene que pasar a que lo juzgue el obispo. Colunga tiene un pequeño muestrario de todo lo que es un camino.
- En la comarca son frecuentes las quejas sobre la señalización actual del Camino, ¿qué opina?
-Participé en el reconocimiento y marcado de tres caminos asturianos cuando nadie creía en ellos. Éramos cuatro locos los que empezamos a localizar a través de historia y documentos por dónde iban los caminos. Tenemos el reconocimientos por parte de los que vienen que está perfectamente señalizado. Hay personas que desvían las flechas porque quieren que vaya por tal sitio y hemos de pensar que el reconocimiento de Patrimonio Mundial nos lo pueden quitar. Cuidar y mantener el Camino es una obligación de todos y de interés personal de todos y cada uno de los asturianos.
- ¿Es ese reconocimiento clave del repunte de peregrinos?
-Desde que se hizo patrimonio está viniendo muchísimo extranjero. Está exactamente igual considerado que el Francés, que sin embargo está agobiado de gente. Aquí se encuentran un camino verde, cerca del mar, de la montaña, fatigoso pero con recompensas buenísimas de paisaje y paisanaje.
