Quesos, huevos, bollos preñaos, empanadas y cupones de la ONCE fueron sólo algunas de las ofrendas que los feligreses hicieron ayer en Colunga a Nuestra Señora de Loreto en el día grande de su fiesta. El alcalde, Rogelio Pando, fue el encargado de subastarlas ante el público que abarrotaba el Campo de Loreto. Una parte del dinero recaudado se destinará a temas asistenciales, mientras que el resto se repartirá entre la Cofradía de Nuestra Señora Virgen de Loreto de Colunga y la comisión de fiestas local.

Las celebraciones comenzaron ayer a mediodía con una misa amenizada por miembros de la Camerata Vocal de Oviedo y de la Sinfonietta Concertante en la iglesia parroquial de San Cristóbal, y continuaron con una concurrida procesión hasta el Campo de Loreto. La imagen desfiló hacia su ermita al son que marcaba la banda de gaitas de Cabrales. Lo hizo a hombros de Enrique Deprit, Carlos Valdó, Javier Cristóbal y Manuel Huerta. "Es un orgullo participar en esta fiesta que todos los vecinos sienten como suya", apuntó este último. "Llevo varios años sacándola y uno de los momentos más emocionantes es cuando abandonamos la iglesia", señaló este ovetense, que describió cómo un naufragio en el que hubo un único superviviente italiano dio origen a la fiesta, según la leyenda.

La procesión contó con un par de ramos de pan. El primero lo portaron las jóvenes María Suárez, Alba Huerta, Lucía Suárez y César Martínez. "Pesa un poco", advirtieron los jóvenes. Las vecinas Ana Crespo, Araceli Busta y dos primas llamadas ambas Menchu Valle se encargaron del segundo, de mayor tamaño.

Las precedían con una gran empanada en las manos Vanesa Martínez, Mar Huerta y Carla Martínez, que no dudaron en vestir el traje regional para la ocasión. "Nos encanta esta fiesta porque sirve para el reencuentro y para estar con los amigos", aseveraron.

El párroco local, Gaspar Muñiz, hizo un balance "positivo" de unas fiestas "que cada año congregan a más gente". No obstante, el cura lamentó que las celebraciones se vieran empañadas por el fallecimiento de varios de los fieles más devotos de la Virgen de Loreto en los últimos meses. "El hueco que dejaron Jorge Vigón, César Luis, Chano y Benjamín López, que siempre se encargaba de la puja, será difícil de llenar porque estaban dispuestos a colaborar en todo", afirmó.

La fiesta de Nuestra Señora de Loreto continúa hoy, a las cinco de la tarde, con una regata de piragüismo en la ría de Colunga, la gira en la playa de la Griega, la verbena nocturna y los fuegos artificiales a medianoche.