El Juzgado de lo Penal Número 2 de Gijón ha condenado a diez meses de prisión e inhabilitación para la tenencia de animales durante tres años al riosellano L. M. C. V., como autor de un delito de maltrato animal. El acusado deberá indemnizar a la clínica veterinaria que atendió a la perra maltratada en las cantidades que se determinen en ejecución de sentencia por los gastos de todo tipo ocasionados por la atención prestada al animal. La sentencia no es firme y puede ser recurrida en apelación.

La jueza considera probado que L. M. C. V. mantuvo abandonado, desnutrido, deshidratado y gravemente herido durante largo tiempo a una perra de su propiedad en un almacén de Gijón. El animal, que carecía de chip y tarjeta sanitaria permanecía encerrada, sin comida, ni agua, ni lugar donde cobijarse de la lluvia o el sol en un recinto vallado del que fue rescatada por la Guardia Civil el 5 de abril de 2016, tras las denuncias de varios vecinos. La perra había sido atropellada por un coche, lo que le provocó, entre otras heridas, una rotura de fémur de la que no fue curada, por lo que hubo que amputarle una pata. El animal fue acogido por la protectora de animales El Trasgu, en cuyas instalaciones permanece.