La nave de Angulas Delfa, en Ribadesella, ha pasado a la historia. La última fase de la demolición quedó concluida ayer por la tarde y la empresa que la realiza espera que mañana, "si no hay novedad, quede todo limpio de escombro".

Lo siguiente será preparar la explanada para hormigonar y a continuación para echar el asfalto, una tarea que esperan que esté concluida para finales de este mes. Fuentes de la empresa adjudicataria del derribo, Contratas Elce Iván Rodríguez Montequín UTE, explicaron ayer que se mantiene la previsión de acabar para finales de julio, aunque destacaron la influencia que pueden tener las condiciones meteorológicas para realizar labores como echar el hormigón, el cemento y pintar.

La demolición ha llamado la atención de vecinos y visitantes. Muchos de los primeros no conocían esta zona sin el edificio (construido hace sesenta años) y destacan las vistas que han quedado. Para los segundos ha sido una operación llamativa desde que los operarios comenzaron hace una semana a retirar el amianto del tejado con los trajes especiales que exige la normativa.

Esta última fase de la vida de la nave de Angulas Delfa estuvo muy ligada a los aparcamientos, pues fue su arrendamiento en el interior lo que llevó a Puertos del Principado a rescindir la concesión que habían otorgado a los inquilinos, dedicados durante décadas a la industria del pescado.

Por otra parte, también a aparcamientos se destinará la explanada resultante una vez se concluyan todos los trabajos. En cuanto a las plazas que existen en el entorno de la nave, tanto las que dan a la acera junto a la carretera general (N-632) como las que están por el lado de la plaza de abastos están siendo utilizadas. Los vehículos no pueden acceder a la calle que discurre entre lo que era el edificio demolido y la plaza de Abastos.