Una de las consecuencias de la demolición de la nave de Angulas Delfa será la revalorización de las viviendas que tenía en frente el inmueble, que han cambiado las vistas hacia el hormigón y el amianto por una panorámica sobre la ría del Sella que sólo los mayores recuerdan. El fenómeno lo comentan los vecinos y lo corroboran expertos como Roberto Rojo, de Rianorte Inmoniliaria, que precisamente gestiona la venta de dos pisos en esos edificios. "Es muy pronto para cuantificarlo, pero el interés por la zona va a aumentar, indiscutiblemente", explica el empresario, quien en su trabajo comprueba cómo "lo que más se está mirando son las vistas a la ría o al puerto". Rojo apunta que los pisos de esta zona "ya antes tenían muy buenas vistas. Ahora no hay lugar a duda de que las tienen mucho mejores, cambia completamente". El hecho de que ya no esté la nave delante "va a despertar el interés" en las viviendas que tenía delante: "Habrá más clientes y más demanda, lógicamente", expone y adelanta que esto influirá en el precio, pues "según se vaya vendiendo, irá aumentando". El fotógrafo riosellano Jonathan Hevia es uno de los propietarios de una vivienda frente a la nave y además de los que ha crecido con su vista delante. Tras la novedad, asegura que la vista ya se ha acostumbrado a la panorámica sobre el Sella, a ver la otra ribera y la cueva de Tito Bustillo desde casa.
