"Una boda entrañable, preciosa, en un entorno único". Así define el nuevo comandante naval de Gijón, Carlos Orueta, el enlace de su hija Marta Piedad Orueta Gómez, que el sábado contrajo matrimonio en el santuario de la Cueva de Piloña con el teniente de navío madrileño Álvaro Agustín Búa.
La novia, profesora natural de Cartagena y mediana de tres hermanos (nació entre Carlos y Carmen), no eligió el enclave por casualidad. Su bisabuelo, Eusebio Lueje, fue alcalde de Piloña durante más de dos décadas y su abuela, Conchita Lueje, compró piso en Infiesto al enviudar y vivió allí hasta su muerte, siendo aún hoy la capital avellanera uno de los destinos vacacionales favoritos de la familia.
El santuario de La Cueva se quedó pequeño para acoger a los más de 230 invitados al enlace, muchos de los cuales portaron el uniforme de gala de la Marina. Uno de los momentos más emocionantes se registró al concluir la ceremonia religiosa, cuando los compañeros del novio -cuyo padre también trabaja en la Marina- se alinearon para honrar a la pareja con el tradicional pasillo de sables. Las puntas de las espadas se cruzaron entonces emulando un gran túnel en forma de arco, que los recién casados atravesaron al ritmo de una gaita y un tambor que interpretaban el "Asturias, patria querida".
La comitiva se trasladó después a la cercana Hostería de Torazo (Cabranes) para disfrutar del banquete. "Tuvimos suerte de que no lloviera, salió todo a pedir de boca", aseguró el padre de la novia, que tras estudiar en la Escuela Naval de Martín estuvo destinado en el portaaeronaves "Dédalo", la fragata "Reina Sofía", el petrolero "Marqués de la Ensenada" y tuvo bajo su mando el patrullero "Tarifa", entre otras unidades de la Armada.
Este diplomado de Estado Mayor es, además, sobrino-nieto de José Ramón Lueje, uno de los primeros grandes divulgadores de la Cordillera Cantábrica y sobre todo de los Picos de Europa. Su archivo de 14.000 negativos, realizados entre 1936 y 1981, está depositado en el Museo del Pueblo de Asturias.
