La empresa Hierros y Metales Gutram, S.L., que pretende abrir una planta de tratamiento de residuos en El Peral (Ribadedeva), en un suelo industrial situado junto a viviendas y hoteles, aseguró ayer que el Ayuntamiento le concedió licencia de actividad a finales de 2016. El alcalde, Jesús Bordás (PSOE), negó tajantemente esta afirmación y anunció para el próximo lunes una inspección en la que se comprobará si la empresa ha ejecutado obras o trabajos de manera ilegal. "No tienen licencia, como puede comprobar cualquiera consultando el expediente", destacó Bordás.

La empresa replicó las "informaciones imprecisas" y basadas en el "desconocimiento" de la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies contra del proyecto para abrir la planta de tratamiento de residuos. Destacó que la empresa matriz, ubicada en Vizcaya, gestiona este tipo de residuos desde más de 25 años, "con las mayores garantías y medios técnicos y sin haber sido apercibida en todo ese periodo, lo cual demuestra su profesionalidad y buen hacer".

El objetivo de la empresa es "generar riqueza y empleo en la zona", promoviendo la gestión de residuos "como una actividad totalmente legal y necesaria", pues "no dejamos de ser facilitadores del reaprovechamiento de residuos, emulando como último gran objetivo el ecosistema natural", señaló la empresa, que gestionará en El Peral chatarra, residuos de los aparatos eléctricos y electrónicos, vehículos, escorias (férricas), y residuos de construcción y demolición. Materiales que "pueden llevar residuos peligrosos", reconoce la empresa, como "líquidos de frenos, aceites, baterías, absorbentes, materiales de filtración..."; esto es, "los típicos de cualquier taller mecánico".

La nave de El Peral será asimismo un "centro de transferencia de residuos peligrosos", pero se almacenarán "en una cantidad muy limitada a la espera de la recogida por parte de un gestor autorizado", según la empresa, que negó que vaya a traer residuos del País Vasco.

Gutram trasladó "a la opinión pública en general y a los vecinos de Ribadedeva en particular que se trata de un proyecto que ofrece garantías de gestores autorizados como meras chatarrerías, que son hoy entidades profesionales con una gran concienciación medioambiental". Y se pone "a disposición de todos (vecinos, autoridades, ecologistas...) para explicar en profundidad el proyecto y aclarar cuantas dudas se hayan podido generar".