La Talá está en venta. La que fuera la "joya" de los anteriores planes urbanísticos de Llanes, anulados por los tribunales de justicia, está en el mercado como suelo rústico. La Talá sale a la venta como "prao" casi treinta años después de que unos inversores madrileños la compraran por 320 millones de pesetas (1,92 millones de euros) y planearan -y el Ayuntamiento y el Principado autorizaran- construir más de 500 viviendas y un área comercial; nueve años después de que Cajastur (hoy Liberbank) la adquiriera por 47,56 millones de euros al grupo que encabezaba el astur-mexicano Luis Nozaleda; y cuatro años después de que Liberbank la entregará por 17,52 millones de euros a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida popularmente como "banco malo".
Las 22,21 hectáreas de La Talá, uno de los últimos retales de la crisis económica, están en el mercado, de momento, sin precio definido, pero el "banco malo" ya escucha ofertas. "Efectivamente, La Talá está en venta", desveló ayer un portavoz de la Sareb, que explicó que la "misión desinversora" del "banco malo" lleva implícito el hecho de que "todo" lo que se ha adquirido a los bancos y cajas "se tiene que vender, salvo algunos suelos muy específicos", que la Sareb desarrolla "para la construcción de promociones residenciales y su posterior venta". El objetivo del "banco malo", lograr la mayor rentabilidad posible para sus accionistas, la mayoría privados.
La venta de La Talá no está publicada en la web de la Sareb. "Estamos dando un impulso a la publicación de todos nuestros inmuebles en venta", pero "son muchísimos, no es fácil ni se consigue de un día para otro", indicó el portavoz del "banco malo". La venta de La Talá se realiza por mediación de una comercializadora, Servihabitat, que es "el 'servicer' a cargo de la gestión de este activo". "Si llegara una oferta la estudiaríamos, y si resultara interesante, se vendería", indicó el portavoz del "banco malo", encargado de asumir los activos "tóxicos" de la banca española.
La Talá fue recalificada como suelo urbanizable en los anteriores planeamientos urbanísticos de Llanes, anulados en los Juzgados. También fue anulado el plan parcial presentado por la propiedad, que preveía construir en La Talá 512 viviendas, 409 de ellas en bloques de edificios, y una zona de uso comercial de 3.129 metros cuadrados. Se llegó a urbanizar una zona de La Talá.
En cuanto a los suelos de Oreyana, en Ribadesella, otra actuación urbanística fallida (se planearon 2.200 viviendas, la mayor urbanización del norte de España), no son propiedad de la Sareb, sino "garantías de préstamos": siguen perteneciendo y están en el balance de la empresa que debe dinero al "banco malo", que es, simplemente, acreedor o, dicho de otro modo, "propietario de la deuda", señaló el portavoz de la Sareb.
