"No hice nada ilegal ni poco ético y estoy dispuesta atener una reunión conjunta con los voluntarios mañana mismo para resolver todas las dudas que tengan". Así de contundente se muestra Helena Vilar tras dimitir como presidenta de la asociación piloñesa "Red de madres sin red" después de que varios miembros de la junta directiva (que también dimitieron) la acusaran de buscar el lucro personal y de haberse autocontratado con fondos del colectivo, que en sus dos años de andadura se centró en prestar ayuda humanitaria a los refugiados.

La directiva acordó contratar a Vilar con el fin de poder optar a una subvención de unos 62.000 euros. El punto de desacuerdo entre las partes llega porque, según la versión de la mayoría de miembros de la junta saliente, ésta se habría autocontratado a si misma sin que las condiciones del contrato (fecha de inicio, salario, duración de jornada...) fueran fijados en asamblea. "La asociación no puede asumir el contrato (que ascendería a más de 9.000 euros por seis meses de trabajo); de haberlo conocido no lo hubiésemos aprobado", manifestaron.

La ya expresidenta, por su parte, afirma que las condiciones sí eran conocidas por miembros de la junta que incluso le habrían acompañado en su visita al asesor fiscal. "Tenían que conocerlo porque en el documento para optar a la subvención venía especificado al céntimo en qué se iba a gastar cada partida. Estuvo a su disposición desde mayo y el contrato no comenzaba hasta julio", relata. "En cuanto me enteré de que la directiva no apoyaba mi gestión firmé mi despido y dimití con gran tristeza", cuenta la mujer que no descarta tomar medidas legales contra quienes se atrevan a difamarla. Vilar afirma que lleva trabajando desde mayo en los proyectos de "Red de madres sin red" y sólo habría cobrado el mes de julio. "Yo los impuestos los pagaré igual el año que viene como si hubiera trabajado", lamentó.

Los miembros de la junta saliente piden la nulidad del contrato y que Vilar, que según su versión habría autorizado un pago cuando ya no era presidenta, salga por completo de la asociación aunque tampoco descartan crear un nuevo colectivo.

Por su parte, el tesorero Enrique Granda, que ahora está en funciones dirigiendo provisionalmente el colectivo, pide "tranquilidad" y que no se pare la gran labor que desempeña el grupo "por un calentón" a la vez que aboga por "preparar un proceso de asamblea reconstituyente".