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Ponga: concejo mínimo, infierno político grande

El PP local decide seguir gobernando con el PSOE y no pactar con Foro por la infranqueable brecha abierta entre ambas formaciones tras el paso por la Alcaldía del forista Cándido Vega

Ponga: concejo mínimo, infierno político grande

¿Qué ocurre en Ponga para que la única concejala del PP, María Santos, rechace ser alcaldesa y pactar con Foro y prefiera seguir gobernando junto al PSOE? Han ocurrido muchas cosas en los últimos años. La principal, una brecha a día de hoy infranqueable entre los foristas y las otras dos formaciones con representación municipal. La "clave" del infierno político que se ha desatado en un concejo mínimo -suma poco más de 600 habitantes- está en los ocho años de gobierno forista, seis con Cándido Vega y dos con Mercedes Traviesa al frente del Ayuntamiento. Ocho años que desataron pasiones, a favor y en contra, sobre todo de Vega y que dividieron en dos el concejo.

Cándido Vega llegó al Gobierno de Ponga el 16 de junio de 2007. En la lista de URAS-PAS, había logrado dos concejales, los mismos que el PP. Cuatro ediles que bastaron para desbancar del poder al PSOE, que sumó tres representantes y que llevaba 24 años ininterrumpidos al frente del gobierno municipal.

Vega, hombre carismático según sus partidarios y déspota según sus detractores, animó un concejo envejecido y prácticamente paralizado, con propuestas novedosas y, en ocasiones, polémicas. Tanto que el PP empezó a apartarse del gobierno con el tiempo. Vega lanzó, por ejemplo, una fallida campaña de ayudas para parejas con hijos o ganas de tenerlos que se asentaran en el concejo. Se enfrentó al Gobierno del Principado en incontables ocasiones, abandonó la mancomunidad "chica", que compartía con Onís, Cangas y Amieva, y empezó a cuestionar -y a saltarse- algunas leyes que, en su opinión, oprimían al concejo e impedían su desarrollo. Una de esas normas era la del parque natural de Ponga, aprobada en 2003 y que afectaba a todo el concejo.

"Ninguna ayuda y demasiadas restricciones", clamaba Vega al hablar de un parque que intentó abandonar. El Alcalde decidió mejorar varias pistas ganaderas. Y lo hizo sin solicitar permiso al Principado, como exige la ley. Las advertencias de los guardas no lo amilanaron; al revés, las desoyó y siguió con las obras. El consecuente juicio se convirtió en un auténtico "circo", con Vega llevando a vecinos del concejo partidarios suyos en autobuses al Juzgado, en viajes pagados con dinero municipal. La división entre el vecindario ya era un hecho: Vega levantaba pasiones, a favor y en contra. Más a favor entonces, porque Vega, ya en las filas de Foro, ganaba con mayoría absoluta las elecciones municipales de 2011 con 4 concejales, por los 2 del PSOE y uno de IU. El PP quedaba fuera del Ayuntamiento. Un golpe que, unido a una campaña durísima, rompió definitivamente las relaciones entre PP y Foro.

Después de un largo proceso, en diciembre de 2012, la Audiencia Provincial de Asturias ponía el punto final al juicio y condenaba a Cándido Vega a un año y medio de prisión, siete años de inhabilitación especial para empleo o cargo público y el pago de una multa de 2.400 euros y una indemnización de 37.185 euros al Principado, como autor de los delitos de prevaricación, desobediencia y contra los recursos naturales y el medio ambiente, al haber ordenado la construcción de varias pistas, sin permiso regional, en el interior del parque natural de Ponga. Vega denunció ser víctima de una "persecución" por parte del PSOE. Su salida de la Alcaldía llevó al poder a su entonces mano derecha, Mercedes Traviesa. La brecha entre Foro y PP no hizo más que aumentar. Los partidos e la oposición denunciaron que Traviesa era una "títere" en manos de Vega, que era el que, en la sombra, controlaba los resortes del poder.

Las elecciones de 2015 vieron la caída de Foro, que presentó como candidata a la esposa de Cándido Vega, Carmen Sánchez. Ganó Foro (3 concejales), pero el PSOE obtuvo también 3, así que rompía el empate la única concejala (independiente) del PP, María Santos. Y esta no dudó en pactar con la socialista Marta Alonso para gobernar en coalición e intentar sacar al Ayuntamiento de la "quiebra técnica" en la que, según ambas, lo dejó sumido Foro.

El pacto PSOE-PP era una "situación anómala" a ojos de la Dirección Regional del PP, que Carmen Sánchez propuso "arreglar". Foro estaba dispuesto a regalar la Alcaldía a María Santos si apoyaba una moción de censura contra el PSOE. La oferta era "irrechazable", según el PP regional, pero el PP de Ponga la rechazó. Santos había dado su palabra y estaba dispuesta a seguir gobernando junto al PSOE, ordenara lo que ordenara el partido. El PP regional le exigió el acta de concejala, pero la vicealcaldesa, respaldada por todos los militantes locales, recordó que era independiente y dijo "no".

El órdago resultó: a la Dirección Regional del PP no le quedó otra que dar marcha atrás, pues lo contrario hubiera supuesto una crisis interna de la que nada positivo hubiera obtenido, y renunció a la moción de censura y a sumar una nueva alcaldía.

Mientras tanto, la Sindicatura de Cuentas ha observado indicios de delito durante los mandatos de Vega y Traviesa: decenas de miles de euros gastados sin justificar, obras sin expediente municipal, pagos sin justificante... Y ha ordenado el embargo de sus bienes. Ambos niegan haber delinquido.

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