Once de los veintiún bolardos que el Ayuntamiento de Colunga colocó el viernes en la zona de La Camperina de Lastres fueron arrancados apenas unas horas después de instalarse. El sábado se llevaron cuatro y el domingo siete, ante el estupor de quienes no ven en este acto justificación alguna en la protesta contra la medida, que persigue evitar que los vehículos aparquen montados sobre la acera e invadiendo la calzada.

Se ha abierto una investigación por el daño a bienes públicos que se ha cometido y por el hurto de los mismos, ya que el valor del material desaparecido supera ampliamente los 400 euros. Por otra parte, una turista se rompió la tibia y el peroné en la zona de La Nansa y los servicios médicos tardaron más de una hora en poder evacuarla, operación que tuvo que hacerse en camilla porque los vehículos que estaban aparcados en la zona del casco viejo no dejaron acceder a la ambulancia.

El presidente de la Asociación de Vecinos de Lastres, Ángel Moro, pide que se intervenga para que los coches no interrumpan la entrada y la salida a la zona histórica para evitar "embudos" e incidentes de este tipo.