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Oriente al día

"Lo importante no es siempre ganar, sino competir y darlo todo"

"Para ser un gran jugador de bolos hay que tener cualidades técnicas y físicas, prepararse bien y tener suerte"

Rodrigo Nuñez Martín, en la bolera de Pancar. EMILIO G. CEA

Rodrigo Núñez Martín (Pancar, 2 de agosto de 1964), es una leyenda viva del bolo palma. Se trata del último jugador asturiano que disputó una final del campeonato de España. Su extraordinario palmarés y la deportividad de la que hacía gala en las boleras le ha servido para ser galardonado este año, junto a Francisco Cuevas y Fernando Diestro, con el prestigioso premio "Pico Peñamellera" 2017. A lo largo de sus extensa carrera Núñez ha sido 4 veces campeón de la liga nacional, campeón del mundo por parejas y 12 veces campeón de Asturias además de subcampeón del mundo en 1990 y de España en 1997, entre otros títulos.

- ¿Qué siente al pisar la bolera de Pancar?

-Me vienen muchos recuerdos de pasar aquí días enteros. Nuestra ilusión era estar en la bolera o jugar al fútbol. La mayoría se decantaban por el fútbol y otros nos quedábamos en la bolera. Tengo pasado aquí mucho tiempo entrenando.

- ¿Cuál es su primer recuerdo en esta bolera?

-Mi primer recuerdo data del año 1973 con motivo de un homenaje que se hizo a Ramón Melijosa, por aquel entonces delegado de la Federación en el oriente. Se organizó una competición de ases con buena parte de los mejores jugadores de Asturias y de Cantabria de la época. Jugaron la final Juan Antonio Sotres, un gran jugador de aquí de Pancar, contra Fidel Linares. Ganó Linares. Él era mi ídolo por su elegancia. Jugaba al pulgar como nadie. Era inigualable y aquello se me quedó grabado.

- A Fidel Linares le ganó en un torneo de San Cipriano en Panes.

- Si. Yo tenía 22 años. Me mandó en la final a 21 bolos y los hice. Para mí, codearme en una bolera con uno de mis ídolos como fue Fidel Linares, fue muy importante.

- ¿Qué le han dado los bolos?

-Muchos amigos y la oportunidad de conocer otros lugares y países. He ido a jugar a los centros asturianos de México, Caracas o Buenos Aires. Gracias a los bolos he tenido también la oportunidad de conocer Estados Unidos. En el último año de la peña Construcciones Rotella ganamos la liga y la copa y como premio, el patrón, nos obsequió con un viaje a cualquier lugar del mundo y elegimos Estados Unidos. Me queda todo eso.

- ¿Se esperaba el premio "Pico Peñamellera"?

-No. Desconocía que estaba nominado. Fue una auténtica sorpresa. Cuando me llamó Isidro Caballero para decírmelo me quedé en estado de shock. Es un gran orgullo. He recibido muchas felicitaciones, algunas de ellas llegadas incluso desde América.

- ¿Qué le parece que el jurado destacase, además de su extraordinario palmarés, la deportividad de la que hacía gala en la bolera?

-Me llena de orgullo. Yo siempre he competido para ganar pero cuando perdía no ponía disculpas. Asumía que el contrario era mejor que yo y punto. Era algo que me salía con naturalidad. Cuando alguien es mejor que tú hay que reconocerlo. Lo importante no es siempre ganar, lo importante el competir bien y darlo todo. Cuando lo das todo y alguien te supera se le da la mano y se le felicita

- Desde el año 1997, ningún asturiano ha vuelto a una final del campeonato de España. ¿Por qué?

-Mi sobrino, Rodrigo Nuñez Buj, quedó tercero una vez y hay gente por ahí a buen nivel. Jugar una final del campeonato de España no es nada fácil. Tiene que ser un año donde cojas una buena forma para pelear con todos los gallos de Cantabria, que son muchos y de enorme calidad.

- ¿Qué cualidades se deben tener para estar en la élite de este deporte?

-Hay que tener cualidades técnicas y físicas, prepararse bien y tener suerte. El campeonato de España es una competición totalmente diferente. No tiene nada que ver con ningún otro torneo.

- ¿Qué recuerda de aquella final de 1997 contra Jesús Salmón?

-Han pasado veinte años desde entonces pero la recuerdo muy a menudo. Tuve la final en la mano. Había hecho un campeonato perfecto pero en las últimas tiradas bajé un poco el pistón. Igual utilicé la táctica equivocada y en vez de tirar a rematar fui un poco conservador, pero había que estar allí y decidir en ese momento. Perdí por muy poco. Salmón me superó, le felicité y ahí se acabó. Fue uno de los mejores jugadores de la historia y tuve la mala suerte de competir contra él aquel día.

- ¿Qué falta en el oriente para recuperar el nivel de antaño en el bolo palma?

-Hay que empezar desde abajo. Se han perdido varias generaciones. Debe promocionarse el deporte a nivel de escuelas de bolos, llevar el deporte a los colegios y formar monitores. Una campaña en pueblos con solera como Pancar o Cue, donde hay mucha afición, podría incentivar a los chavales a volver a la bolera.

- ¿Qué hay que copiar de Cantabria?

-Allí los bolos forma parte de su cultura. En Cantabria, en las fiestas de los pueblos, uno de los actos fundamentales es el concurso de bolos. Aquí todo eso se fue perdiendo y ahora va a ser difícil recuperarlo.

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