La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Polémica en la playa de Santa Marina a cuenta de los surfistas en la zona de baño

Los usuarios del arenal riosellano lamentan que los deportistas no hagan caso a los socorristas y temen por su seguridad en el agua

Los usuarios de la playa de Santa Marina, en Ribadesella, se quejaron ayer por la presencia de un grupo de surfistas en la zona habilitada para el baño al oeste del arenal. La mar estaba revuelta y esta zona era la única en la que estaba permitido, con bandera amarilla, mientras que en la parte central del arenal ondeaba la bandera roja.

Unos cuarenta surfistas que practicaban entre las boyas que delimitan este área y las rocas de la Punta'l Pozu "invadieron constantemente la zona de baño, desatendiendo las indicaciones de los socorristas". Así lo describió una de las testigos, la riosellana Estela Rosete, quien destacó los esfuerzos de los trabajadores para que los deportistas se mantuvieran en la zona que les correspondían. No eran los únicos que surfeaban ayer en Santa Marina, ya que en la parte central de la playa había otro numeroso grupo, pero al estar esta zona acotada al baño con bandera roja, ningún usuario trató de bañarse allí.

Al contrario, todos se concentraron en la zona oeste y las quejas a los socorristas se multiplicaron por el temor a recibir el golpe de una tabla. "Hubo un socorrista metido en el agua hasta la cintura y otros dos que constantemente se metían con la moto y los echaban, pero en cuanto miraban para otro lado, y sin necesidad de hacerlo, ya estaban otra vez en la zona de baño", relató Rosete, compadecida de os trabajadores del salvamento, que además tenían que controlar "que la gente no entrara muy adentro, al haber bandera amarilla". Esta vecina de Ribadesella considera que "si los bañistas hacen caso, los surferos también tendrían que hacerlo".

La indignación entre usuarios de la playa creció cuando uno de los surfistas salió del agua y pidió a los socorristas que por favor pusieran la bandera roja, pues a su juicio la mar no estaba en buenas condiciones para autorizar el baño, una posibilidad que el trabajador descartó ante el estupor de los allí presentes. El problema para los bañistas es que "invaden la zona de baño y parece que no les importa pasar entre la gente, es peligroso", destacó Rosete, para quien también existe riesgo en el número de surfistas que estaban practicando en poco espacio.

El verano está siendo ciertamente convulso en las playas asturianas debido a dos factores: la mar está de media más revuelta que el año pasado y hay pocos días de sol, por lo que los bañistas se lanzan ávidos cuando sale un rayo. Otra de las zonas conflictivas en Santa Marina es la de la confluencia entre la ría del Sella y la mar, donde está prohibido el baño. Pero quien no lo sabe y ve las aguas tranquilas se mete, obligando a los socorristas a pitar y avisar por megafonía.

Compartir el artículo

stats