Instantes antes de que saliese la procesión, Marta Cuevas, Martina Villar, Ana Perela y Nel Concha se sacaban fotos. Concha bailó ayer por primera vez en el festival folclórico el trepeletré del valle de Ardisana. "Bailar y vivir la fiesta desde dentro es muy emocionante", dijo. Vanessa Trallero Llaca inmortalizaba para la posteridad la jornada festiva con un selfie junto a sus primos Javier y Nicolás Menéndez. "Es un día muy bonito. El momento más especial es cuando el San Roque regresa a la capilla y nos reencontramos toda la familia", manifestó. María Pedrosa disfrutaba de lo lindo con su hijo de un año, Martín García Pedrosa, al que ayer vistió de peregrino. "Seguro que me emocionaré al ir con él en la procesión", señaló.

La imagen de San Roque salió de la basílica pasadas las 12.30 horas ante los acordes del himno de España. Delante de la imagen iba el estandarte, que ayer portó Luis Javier Díaz García. La pieza, bordada con hilos de oro y plata y que este año cumple 125 años, fue costeada en su día por el indiano Andrés Toriello, antepasado de Díaz García.

En la plaza Parres Sobrino, tras la interpretación de la danza peregrina, se homenajeó al expresidente del bando llanisco Aníbal Purón, quien fue nombrado presidente de honor. El espectáculo folclórico, en el que los jóvenes del bando interpretaron el trepeletré, el fandango de Pendueles, la jota del Cuera, la danza del señor San Pedro, el xiringüelu de Naves y el pericote, concluyó con una cerrada ovación.