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El cura de Colunga se marcha tres años a estudiar Liturgia a una Universidad de Roma

El ovetense Gaspar Muñiz será sustituido en el cargo por el director de la Casa Sacerdotal, Jesús Domingo García Valle

El sacerdote de Colunga, Gaspar Muñiz, en su última misa en Colunga, el pasado martes. LOURDES MIGOYA

"Con una mezcla de ilusión, nervios y prudencia". Así deja el sacerdote ovetense Gaspar Muñiz Álvarez las parroquias de Colunga, La Riera, Pivierda, Lliberdón, San Juan de Luz, La Llera y Pernús. El párroco partirá el próximo 31 de agosto hacia Roma, donde durante los próximos tres años estudiará Teología en la Universidad benedictina de San Anselmo. Muñiz será sustituido en el cargo por el sacerdote diocesano Jesús Domingo García Valle, actual director de la Casa Sacerdotal.

"Creo que mi sustituto va a encajar a las mil maravillas en Colunga porque es una persona muy alegre y muy dispuesta", vaticinó el párroco saliente, que el martes ofició su última misa en Colunga arropado por el cariño de decenas de fieles. "Quería irme de forma discreta pero se han volcado conmigo, he recibido un montón de detalles, han sido muy generosos. Me emocioné mucho con los aplausos y las despedidas porque con el roce diario les coges mucho cariño a los vecinos", afirmó.

En su nueva etapa, el ovetense partirá rumbo a Italia para profundizar en Lenguas durante los dos primeros años y se especializará en Teología durante el tercer curso.

Muñiz nació en Oviedo en el año 1978 y se ordenó en junio de 2003, siendo su primer destino siete parroquias de Cabranes. Allí permaneció casi una década hasta que en 2011 el Arzobispado de Oviedo le trasladó a Colunga. "Me voy contento porque tengo la sensación de que no perdí el tiempo, de que hice todo lo que debía hacer. Y que te llamen para completar tus estudios litúrgicos es un reconocimiento al esfuerzo que se agradece", apuntó.

Durante los últimos años el párroco saliente impulsó en el municipio la reforma integral de varios templos religiosos, entre ellos la iglesia de San Pedro de Pernús o la de San Cristóbal de Colunga. Un festival de cervezas hechas en monasterios europeos y el mercadillo navideño fueron otras de las actividades que impulsó y que tuvieron gran acogida por parte de los vecinos. Su paso por las parroquias de Colunga se caracterizó en los últimos tiempos por un acercamiento hacia la juventud. "No me dejo ninguna espina clavada. Si acaso el no ver pintada la iglesia de san Juan que con tanto esfuerzo reformamos o la capilla de Fano que cuando llegué estaba destrozada", concluyó.

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