La impresionante potencia festiva del bando de San Roque retumbó con fuerza ayer en Llanes durante el día grande de las celebraciones en honor al santo de Montpellier. Cientos de mujeres y hombres ataviados con el traje de aldeana llanisca y porruanu invadieron la villa durante el multitudinario pasacalles y la emocionante procesión matutina con la imagen de San Roque, y el encuentro regional de gaiteros y el espectáculo pirotécnico de la tarde-noche.

"!Por fin ha llegado el día!", exclamó una entusiasta del bando a primera hora de la mañana mientras contemplaba en las escaleras del Casino a los 48 niños que ayer interpretaron la danza peregrina. Al frente del ejército de danzantes estaba Ana Concha, quien este año contó con la ayuda en las tareas de dirección de la joven Blanca Balmori Fuentecilla. Debutaron como danzantes Lucía Fernández González y Jaime Díaz Valeiro, de 8 y 7 años respectivamente. "Estoy muy emocionada", confesaba la niña.

Jaime Díaz Valeiro presumía de tranquilidad antes de salir al centro de la plaza Parres Sobrino para danzar. Los pequeños Felipe Valdés y Jimena de la Fuente cerraron la danza peregrina con los tradicionales gritos de ¡Viva San Roque el perru! y ¡Viva nuestro bando invencible!.

Antes, la celebración había comenzado con un pasacalles de la banda de música de San Martín de Rey Aurelio, dirigida por José Félix Ordiz. Una marabunta de personas recorrió las calles de centro de Llanes al ritmo del pasodoble del bando, "España cañí". Comenzada la misa solemne en la basílica de Llanes hicieron acto de presencia los integrantes del ramu de Pancar, que llevaban Daniel Torre, Eduardo Sobrino, Álvaro Gutiérrez y Antonio Zola, los hermanos Pablo y Alonso Sanromán y Santi e Ignacio Hevia.