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Pendueles vuelve a tener condesa

El fallecimiento en mayo de José Luis Suárez-Guanes dejará en manos de su hermana María Teresa el título nobiliario que ostentaba desde 1982

La salida del ramu del palacio de La Quintana, en Pendueles, en la fiesta sacramental del año pasado. EMILIO G. CEA

Pendueles volverá previsiblemente a tener condesa, 91 años después. El fallecimiento, el pasado 7 de mayo, del cuarto conde del Valle de Pendueles, José Luis Suárez-Guanes e Ybáñez, y el hecho de que no tuviera hijos, deja el título nobiliario, salvo renuncia, en manos de una de sus hermanas, María Teresa. Si todo se sucede con normalidad, ella será la quinta titular del condado, una vez que sea oficial la sucesión, con su publicación en el "Boletín Oficial del Estado", y la segunda mujer que lo ostente, tras su bisabuela, María Teresa de Jesús de la Borbolla y Azpide.

Los titulares del condado costean desde hace casi cien años el ramu de la fiesta sacramental de Pendueles, que sale de su palacio, conocido como La Quintana. La familia Suárez-Guanes ha estado siempre muy unida a Pendueles y, salvo causas de fuerza mayor, sus integrantes acuden cada verano al pueblo para pasar buena parte del verano. Y alguno, incluso, se escapa algún puente o fin de semana en otoño o primavera. Todos los vecinos consultados ayer aseguraron que es una familia "agradable y campechana", muy querida en la localidad.

José Luis Suárez-Guanes había nacido en Madrid, el 9 de octubre de 1941. Estudió Derecho en Madrid y Oviedo, pero su vida giró alrededor del mundo del toro. En su necrológica, el crítico taurino José Antonio del Moral desveló una anécdota que solía repetirse a menudo. José Luis Suárez-Guanes, hombre muy afectuoso, simpático y educado, era un genial imitador de las principales figuras del toreo. Y lo hacía, para disfrute de sus amigos, tanto en reuniones sociales como en la intimidad de su casa. De ahí que fuera habitual que cuando alguien la llamaba por teléfono una persona de servicio contestara: "siento que no se puede poner el señor conde porque ahora mismo está toreando de salón".

Colaboró con la revista taurina "Aplausos" desde 1977 y como cronista taurino cubrió las más destacadas ferias españolas y francesas, incluida la de Gijón. Colaboró asimismo con diarios como "ABC", "El Mundo o "La Gaceta de Salamanca" y ejerció como historiador taurino en la agencia EFE durante varios años. Quienes le conocieron aseguran que su prodigiosa memoria le permitía retener todos los datos, fechas y de talles del toreo: era una auténtica enciclopedia del toreo. Es autor de la obra "Madrid-Cátedra del toreo (1931-1990)", editada dentro de la colección "La Tauromaquia", de Espasa Calpe. "También practicó la poesía: publicó en 1963 el libro de poemas "Balbuceos". Falleció en Madrid a los 75 años, víctima de un cáncer de pulmón. Está enterrado en el panteón familiar del cementerio parroquial de Vidiago.

Su hermana María Teresa, que como él reside habitualmente en Madrid, es viuda de Álvaro Zurita y Saenz de Navarrete, ingeniero naval fallecido en marzo del año pasado, solo dos días después que una de sus hijas, María. El matrimonio ya había sufrido años atrás otro duro golpe: la muerte de otro de sus hijos, Diego, cuando aún era muy joven. Tiene otros dos hijos, Álvaro y Blanca.

Fue la bisabuela de la nueva condesa quien recibió el título nobiliario, el 3 de marzo de 1920, por decisión del Rey Alfonso XIII. Casada con José Suárez-Guanes e Ibáñez de Bustamante, senador del Reino por La Habana, la primera condesa del Valle de Pendueles conservó el título hasta que en 1926 lo cedió a su hijo José Suárez-Guanes y de la Borbolla, quien era mayordomo de semana del Rey Alfonso XIII. Al no tener descendientes, a este le sucedió, en 1961, su sobrino José María Suárez-Guanes y Peláez, quien a su vez cedió en 1982 el título a su hijo José Luis Suárez-Guanes e Ybáñez. Este último, amante de las tradiciones, acudía siempre que le era posible a la fiesta sacramental, cuando las mozas de la localidad, ataviadas con el traje de llanisca, se acercan por la mañana a su palacio para desde allí acompañar hasta la iglesia al ramu, cargado de adornos florales y roscos de pan, pagado por él.

Este periódico no pudo localizar ayer a María Teresa Suárez-Guanes e Ybáñez, quien veranea durante estos días en Pendueles. Su nombramiento como titular del condado ha de ser ratificado en los próximos meses por el Ministerio de Justicia.

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