"La emigración es el 79.º municipio de Asturias y que Cangas de Onís se implique con ella es importantísimo para hacer calar la idea de que los emigrantes no son una carga, sino un activo". Con estas palabras justificó su participación en el congreso de inmigrantes y emigrantes de Asturias (Comigras) el presidente del Centro Asturiano de Málaga y de la Asociación Langreanos en el Mundo, Florentino Martínez, quien incidió en que "el ADN del emigrante es el municipio", y destacó la importancia que tiene para quienes viven lejos de su hogar "permanecer vinculados a sus lugares de origen".

Bajo la dirección de Guzmán Pendás, la última jornada de Comigras, celebrada ayer, estuvo dedicada especialmente a Venezuela, con las ponencias de varios emigrantes e inmigrantes del país latinoamericano, que ofrecieron sus testimonios -enmarcados bajo el lema "Del Paraíso al infierno"- ante una sala abarrotada y emocionada con sus vivencias. "Sobre todo, al conocer la historia del lavianés Ernesto Iglesias, que emigró a los 19 años y acaba de retornar, ante las dificultades políticas que atraviesa Venezuela, 51 años más tarde", destacó Pendás.

Asimismo, Comigras debatió en torno a las dificultades sociales, emocionales y psicológicas que encuentran los emigrantes a su retorno. "Muchas veces, son personas que vuelven al lugar donde nacieron para pasar sus últimos años de vida; sin embargo, cuando regresan, lo hacen sin recursos y se sienten extraños en su propia tierra", explicó la psicóloga y presidenta de la Asociación Para la Integración y el Asesoramiento de Emigrantes Retornados del Principado de Asturias (APIAERPA), Marina Elsa Díaz.

Por su parte, el presidente del Centro Asturiano de Barcelona, Enrique Delgado, identificó a estas personas como representantes de "un tipo de emigración antigua, la de quienes hoy tienen unos ochenta años, que son mucho más sentimentales para con su tierra que los más jóvenes, para quienes el sentimiento de pertenencia a su localidad natal es aún importante, pero ha quedado relegado a un segundo plano por el efecto de la globalización, que los hace más internacionales". A juicio de Delgado, congresos como Comigras son "útiles para generar conciencia, pues evidencian la necesidad humana y refuerzan la importancia de colectivos como los centros asturianos, donde los emigrantes comparten sus inquietudes y pueden ayudarse mutuamente", concluyó.