Vecinos de las parroquias del concejo de Piloña que hasta hace unos días llevaba Recaredo Engonga han manifestado su malestar por su marcha. "Nos sentimos ninguneados por parte del Obispado, puesto que la mayoría de los parroquianos estábamos encantados con dicho cura, cercabo, amable y cariñoso, y eso que las condiciones de vida que tenía con su compañero de trabajo no eran las más adecuadas para gozar de la alegría y la ternura que siempre le acompañaban", señalaron varios vecinos, representantes de Coya, Artedosa, San Juan de Berbío, Espinaréu, El Tozu, Valle y Anayo, que resaltan que están "tristes por su marcha" y exigen al Arzobispado "una explicación por el fulminante traslado".