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Verano con nota musical en Llanes

"Es muy enriquecedor y tiene un nivel muy alto", destacan los alumnos del curso internacional, que reunió a más de un centenar de promesas

Concierto de clausura. EMILIO G. CEA

Intenso, de enorme nivel, ideal para mejorar la técnica e ideal y para conocer a otros músicos y a otros profesores con los que aprender y seguir mejorando. Así califican alumnos y profesores (más de un centenar en total) la edición número treinta del Curso Internacional de Música de Llanes que durante estos días ha venido celebrándose en la villa de Posada Herrera. La música de más alto nivel ha puesto la nota de color al verano llanisco.

La madrileña Clara San José Casajús y la salmantina Laura María García Holgado, de 20 y 18 años, respectivamente, repasaban en la mañana de ayer las partiduras de las composiciones que por la tarde interpretaron durante el concierto de clausura del curso celebrado en una abarrotada basílica de Llanes. "Toco el chelo y es la primera ve vengo a este curso. La experiencia ha sido muy buena pues se pueden ver todas las clases y tanto los alumnos como los profesores son muy majos", señaló San José. Laura María Holgado es la tercera vez que toma parte en este curso.

Este año comenzará el segundo curso superior de violín en el conservatorio de Salamanca. "Mi madre vio el cartel del curso y me animó a venir hace tres años. Es muy enriquecedor y me ha dado mucho nivel", añadió la salmantina.

El ambiente veraniego llanisco y las visitas a la playa combinadas con actuaciones callejeras, muy del agrado de turistas y lugareños, han completado sus quehaceres estos días en la capital del concejo.

A sus 11 años el madrileño Leonardo González ha sido uno de los benjamines del curso. Habla de la música con la pasión que le inculcó su padre. "Comencé a tocar con tres años", dice este alumno del segundo curso de violín profesional. La experiencia de tocar con los componentes del cuarteto Quiroga es para este joven músico madrileño lo más destacado de su primera participación en el prestigioso curso llanisco. También debutó en el curso de este año el catalán Jaume Pueyo, estudiante del conservatorio superior del Liceo de Barcelona. Conoció el curso gracias a la profesora Anna Baget. "En las clases recibes mil ideas para mejorar la técnica", dijo. "Es un curso vivo y muy bien organizado", aseguró la madrileña Marián López, finalista del concurso internacional de violín incluido en el programa del curso.

Alumnos y profesores se lanzan elogios mutuos. El violinista Aitor Hevia, componente del afamado Cuarteto Quiroga e hijo del fundador del Curso, José Ramón Hevia, habla de una edición "muy intensa". "Una de las cosas más bonitas de este curso es que muchos profesores fuimos primero alumnos del mismo. Es bonito ver que gracias a las enseñanzas recibidas aquí somos mejores músicos. Para los alumnos en muy enriquecedor tocar junto a los profesores en la orquesta que se forma para los conciertos. Es un ejercicio muy bueno para los oídos. En esos momentos profesores y alumnos nos sentimos partícipes de algo muy especial", dijo Hevia.

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