La suerte está echada. Salvo monumental sorpresa, el Plan General de Ordenación de Llanes (PGOLL) será redactado por la misma empresa a la que el PSOE, entonces en el gobierno local, hurtó la adjudicación del planeamiento de 2009. Una adjudicación declarada ilegal en los tribunales, lo que obligó al Ayuntamiento a reiniciar la tramitación del plan, a pagar a la empresa adjudicataria más de 50.000 euros por los trabajos realizados, y a indemnizar a la que debió adjudicarse el concurso con 19.200 euros.

La empresa de las arquitectas Carmen Andrés Mateo y Llanos Masiá González, en esta ocasión en unión temporal con la vallisoletana Planz Planeamiento Urbanístico, ha obtenido, con diferencia, la mejor puntuación del comité de expertos encargado de valorar las propuestas, y ha presentado la segunda mejor oferta económica, 300.080 euros, solo 3.500 por encima de la más baja de las presentadas. Aún no es oficial, pues el nombre de la empresa adjudicataria se hará público en unos días, pero la UTE que encabezan Andrés y Masiá logró 72 puntos en la valoración del comité de expertos, por los 53 y 44 de las otras dos aspirantes.

Andrés y Masiá son arquitectas por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y Técnicos Urbanistas por el Instituto Nacional de Administración Pública. Fundaron su estudio profesional en 1990. Son profesoras asociadas en el Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid desde el año 2000. Son autoras del Plan Especial de la Zona de Actividades Logísticas de Asturias, en Llanera. Junto a ellas figura Planz, empresa fundada en 2002, que encabezan los arquitectos urbanistas Gregorio Vázquez Justel y Andrea Rodera. Ha realizado trabajos en Gijón, Castrillón y Castropol.

C. Andrés + Ll Masiá presentó en 2009 la mejor oferta para redactar el plan de Llanes, pero el Ayuntamiento adjudicó el trabajo a otra empresa, con los votos de todos los políticos del jurado y un voto en contra, el del único técnico especialista del grupo. El posterior recurso concluyó con una sentencia en la que la jueza anuló la adjudicación del plan, tras dos años de trabajos. La propuesta de Andrés y Masiá era "mejor en todo", pero el Ayuntamiento, según la jueza, cayó "de lleno la arbitrariedad", justificando la adjudicación a otra empresa con "frases vacías", como "mejor encuadre urbanístico global", "mejor expresión metodológica, sistematización y tiempos" o "mejor propuesta respecto a participación e información ciudadana", con las que se intentaron "rellenar artificialmente" los criterios del concurso.