La tramitación de la unidad de actuación de Congüellu, en Celoriu (Llanes), provocó un agrio enfrentamiento entre un funcionario y la Agrupación de Vecinos y Amigos de Llanes (AVALL), que recurrió la aprobación de aquel desarrollo. Ocurrió que algunos empleados municipales juzgaron que el recurso de la asociación vecinal les aconsejaba "como de costumbre de forma burlesca" y "con claro desprecio a su función", y pretendía "dejar en evidencia" al redactor del Plan General Urbano (posteriormente anulado por los jueces).

La contestación de los servicios municipales fue durísima, muy pocas veces vista en documentos oficiales. Incluyó frases como: "parece que no se pretende más que rellenar papel", "se busca rizar el rizo, por supuesto siempre de una manera interesada y demagógica", "resulta curiosa la poca objetividad del alegante", "lo importante es alegar, la alegación por la alegación, da igual que exista motivo o no", "la falta de objetividad en su proceder urbanístico con 'orejeras' es la que ha inducido al alegante (...) al error" o "no vamos por ello a insistir en absurdos sistemas de cómputo de edificabilidad esgrimidos por el alegante, aunque en su caso seguramente no se producirá sonrojo por la falta de conocimientos del 'abc' de la práctica urbanística".