Malestar latente entre algunos lugareños de las localidades de Celoriu y Barru (Llanes) por las suciedad que la práctica del arribazón deja en la vía que une ambos pueblos. Ayer, en buena parte de esta carretera se podía ver abundante ocle tirado, en la imagen. La utilización de rastrillas de gran tamaño, al parecer, por parte de recolectores de arribazón llegados desde Cantabria ocasionó el pasado fin de semana daños en una valla situada en las inmediaciones de la playa de Palombina, informa Emilio G. CEA.