El diputado de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso de los Diputados Joan Tardá se convirtió ayer en la estrella indiscutible del acto de homenaje a los luchadores que por defender a la II República dejaron su vida en el alto de la Tornería, en Llanes, durante la Guerra Civil. Al acto, convocado por la Federación Asturiana de Memoria y República (Famyr), acudieron más de un centenar de personas. Fue el protagonista porque su discurso, centrado en gran parte en la cuestión catalana y el pretendido referéndum independentista del 1 de octubre, estaba de máxima actualidad. Pero también porque protagonizó la anécdota de la jornada: al irse de El Mazucu se cayó y se rompió un brazo. Él mismo explicó lo ocurrido a la tarde, en otro acto en Gijón, donde apareció con el brazo en cabestrillo. Llevaba calzado inapropiado para el resbaladizo suelo de los montes llaniscos: zapatos. Así las cosas, resbaló en un charco y cayó al suelo. Tuvo que ser trasladado al centro de salud de Llanes y luego al hospital de Arriondas donde le atendieron. Controlada la situación, cumplió con el resto de su agenda en Asturias.

Antes del susto, el diputado recibió en La Tornería innumerables muestras de apoyo de un nutrido grupo de republicanistas asturianos y vascos. Junto a Ángeles Flórez "Maricuela", Víctor Luis Álvarez y a título póstumo Jon Paredes "Txiki", recibió una placa conmemorativa de madera por defender los valores republicanos.

Inevitable fue la cuestión catalana. Tardá habló del referéndum de autodeterminación convocado para el próximo 1 de octubre: "Siempre hemos estado abiertos a negociar los términos del referéndum pero no han querido". Habló de que el gobierno de España "está utilizando el miedo". Y añadió: "Los ciudadanos catalanes no van a renunciar a sus anhelos de libertad por miedo". Calificó a Mariano Rajoy como "ejemplo de autoritarismo" y señaló que el gobierno español ha optado "por una respuesta autoritaria a la demanda cívica del pueblo catalán". El diputado cree que en España ya se aplica el artículo 155 de la Constitución "por la puerta de atrás" y al respecto habló "de una situación de asedio al sistema político catalán".

Cataluña aparte, también tuvo palabras para Famyr y mostró su satisfacción por tomar parte en el acto del Mazucu. " Todas las sociedades que han tenido la desgracia de tener un pasado fascista han terminado reparando a las víctimas y juzgando a los verdugos. Las sociedades que no lo han hecho son sociedades con una democracia muy frágil. Es el caso del estado español", dijo.

El presidente de Famyr, Juan Cigarría, subrayó el carácter reivindicativo del acto: "Es una homenaje a las víctimas del franquismo y la lucha antifascista. Desde hace tiempo unimos esta reivindicación con la lucha actual por los presos políticos, por el derecho a la vivienda y el derecho a la autodeterminación". El acto que concluyó con el descubrimiento del monolito en homenaje a los "luchadores antifascistas de la batalla de El Mazucu".