El área industrial de Lloviu, a unos tres kilómetros de distancia de la villa de Ribadesella, es una herencia de las normas subsidiarias municipales de 1997, que sorprendentemente proponía desarrollarlo junto con el polígono de Guadamía, situado a varios kilómetros de distancia, mediante un único plan parcial, algo que no ha ocurrido.
La delimitación del área industrial de Lloviu, que se mantiene en el Plan General de Ordenación (PGO) de Ribadesella, en la actualidad expuesto al público, parece anacrónica, pues llega hasta el núcleo rural que le da nombre, situado junto a la rotonda de la autovía del Cantábrico. De hecho, los propios redactores del Plan General de Ordenación (PGO) de Ribadesella dejan muy claro en la literatura que les parece "incomprensible" que se pretendiera desarrollar este suelo junto al de Guadamía. Destacan que su desarrollo funcional resultó imposible, principalmente, tras la construcción del acceso de la autovía, que lo constriñe y que lo ha dejado convertido en "un conglomerado de edificios".
El documento urbanístico dice más: el suelo industrial de Lloviu "no parece tener mucha cabida, más allá de ordenar las actividades ya existentes" y "su vocación más que productiva es de restauración ambiental (paisajística)". Por eso se trata esa zona en el PGO de forma singular, como un subsector, resto de las normas subsidiarias vigentes, "ya que éstas lo proponían conjuntamente con Guadamía, lo cual nos parece literalmente imposible de mantener en los mismos términos", añaden los redactores. Visto su "aislamiento y colindancia a la autopista", el equipo redactor aconseja un "tratamiento particularizado" que suavice su impacto visual y que le proporcione "un nivel adecuado de calidad urbana".
Pese a todas esas sugerencias y a que se incluyen prados con una pendiente importante, en el PGO no se recorta el suelo industrial de Lloviu. Allí existe una planta de hormigones y el pueblo no tiene depuradora. Pero nada se dice en el Plan General sobre el saneamiento de toda esa área, situada muy cerca de la ría del Sella, que es zona de especial conservación (ZEC).
