Disgusto e indignación ha provocado en la familia montañera la desaparición de la imagen de la Virgen de las Nieves que presidía la cumbre del Picu Urriellu y con la se tomaban fotografías quienes hacían cumbre para certificar la aventura. En las últimas horas se ha extendido por las redes sociales la teoría de que la talla fue tomada "prestada" por una persona cuya madre está enferma en un hospital, con la idea de devolverla a la cumbre de la más mítica de las montañas españolas.
Es la quinta vez que desaparece la talla de la patrona de Bulnes. En los ochenta, un anarquista asturiano despeñó la imagen que se había colocado en 1954. Tras una racha de accidentes, él mismo utilizó una cuerda de 200 metros para rescatar la talla, milagrosamente intacta, y volvió a colocarla en la cumbre. En los noventa, otro asturiano bajó la imagen y la llevó a un hospital donde estaba ingresada su novia, que había sufrido un accidente. Como penitencia, la volvió a subir meses más tarde en una mochila por la cara Oeste. En abril de 2010 alguien tiró la imagen desde la cumbre. Se repuso en septiembre de ese mismo año y se ancló. Duró siete días: volvió a desaparecer. Se colocó de nuevo la talla en 2014, esa vez, como manda la tradición, sin anclar. Hasta el pasado fin de semana.
El montañero César Pérez de Tudela, que protagonizó en los setenta algunas de las más destacadas hazañas en el Picu, manifestó ayer su disgusto por la desaparición de la imagen, que conoció por LA NUEVA ESPAÑA. "¡Qué vergüenza que haya gente que no sepa captar el mensaje que encierra la montaña", señaló el escalador. Es, a su juicio, un "hecho irreverente", propio de "gente culturalmente muy floja". Apostó por no subir otra talla "hasta que pase esta moda absurda".
Bernabé Aguirre, montañero, guía y ex guardia civil de montaña, destacó que no es religioso, pero defiende la presencia de la talla como "un símbolo" similar a los que existen en otras cumbres -las dos cruces del Cervino, la Virgen del Gran Paradiso...-. "La diferencia es que allí a nadie le da por tirarlo. ¿Por qué esta manía en el Urriellu?", se preguntó. "Son desalmados que no respetan nada", añadió el veterano escalador. Sin la imagen de la Virgen "falta la mitad de la cumbre", por lo que apostó por reponerla.
El guarda del refugio de Urriellu Tomás Fernández calificó de "inexplicable" esta agresión en la montaña, "donde la gente es civilizada, amante de la naturaleza y respetuosa". Creo que el ataque a la talla es obra de gente "retorcida" y "llena de odio", y apostó por reponer la talla, "referente y testigo mudo de la cumbre".
El guía Erik Pérez calificó de "cafres" a los responsables de la desaparición de la Virgen. "No encuentro explicación, porque esa talla no tiene que ver con la religión, sino con la tradición", señaló. Destacó el respeto de todos los montañeros a los símbolos budistas e hinduistas de las montañas del Himalaya, y los cristianos de los Alpes, y resaltó como, por contra, en los Picos de Europa han desaparecido todas las tallas que había de las cimas, excepto la Santina del Torrecerredo.
El guía Joaquín Álvarez calificó los hechos de "atentado a un símbolo histórico", que enmarca en la "oleada" que se vive en España contra "los símbolos religiosos y todo lo español". Ayer holló la cumbre del Urriellu con dos clientes y estos quedaron decepcionados al no poder sacarse la foto de rigor con la talla.
El guía Fernando Calvo manifestó: "me da pena que ese trozo de piedra caliza, a quienes unos dan significado y otros no, haya desaparecido, porque con él se sacaban fotos todos, ateos, agnósticos y creyentes", señaló.
