"Que sepan los 'cristianófobos' que la Virgen sigue estando en la cima del Picu Urriellu". Fue el mensaje lanzado ayer por un montañero asturiano, que corroboraron varios colegas. Este escalador reveló que en la cumbre de la más mítica de las montañas españolas existen, al menos, dos tallas de pequeño tamaño. Están escondidas entre las piedras, precisamente, para evitar que les ocurra como a la imagen que presidía la cima, que desapareció el pasado fin de semana.
Todo comenzó con la primera desaparición, en los años ochenta, de la Virgen de las Nieves que presidía desde 1954 la cumbre del Picu Urriellu. Entonces alguien desconocido para todas las personas con las que habló ayer este periódico subió una diminuta talla de la Santina y la escondió entre unas piedras. La idea era que aunque desapareciera la talla "oficial", la Virgen siguiera presente en la cumbre.
Hay una segunda Virgen, que ninguno de los consultados sabe cuándo llegó a la cima. Está asimismo "muy bien escondida, para evitar que la encuentre algún desalmado como los que hicieron desaparecer la que había sido colocada en 2014, de piedra caliza.
Pero algunos montañeros afirman que puede haber una tercera talla en la cumbre, una Virgen de barro que alguien subió hace un par de decenios, coincidiendo también con otra de las "desapariciones" de la imagen que está a la vista y con la que casi todos los que hollan la cumbre se sacaban una fotografía para certificar la culminación de la aventura.
"Por muchas veces que la hagan desaparecer, otras tantas volverá a ser recolocada", señaló un montañero, que anunció que estaba dispuesto a reponerla en primavera. Los escaladores habituales del Picu se temen lo peor. Aunque en los últimos días se había extendido por las redes sociales la teoría de que la talla desaparecida había sido tomada "prestada" por alguien que tenía a su madre enferma en un hospital, con la idea de volver a subirla, todos los consultados ayer descartan esa posibilidad. "A alguien no le gustaba, porque creía que es un símbolo religioso, cuando es simplemente una tradición, y la hizo desaparecer, probablemente despeñándola desde lo alto del Urriellu", aventuró un montañero.
La imagen de la Virgen de las Nieves, patrona del vecino pueblo de Bulnes, desapareció entre el jueves y el domingo pasados. Era la quinta vez que el Urriellu se quedaba sin la talla colocada en su punto más alto.
En los ochenta, un anarquista asturiano despeñó la imagen colocada 1954. Tras una racha de accidentes, él mismo rescató la talla, milagrosamente intacta, y volvió a colocarla en la cumbre. En los noventa, otro asturiano bajó la imagen y la llevó a un hospital donde estaba ingresada su novia, que había sufrido un accidente. Como penitencia, la volvió a subir meses más tarde por la cara Oeste. En abril de 2010 alguien tiró la imagen desde la cumbre. Se repuso en septiembre de ese mismo año y se ancló. Duró siete días: volvió a desaparecer. Se colocó de nuevo la talla en 2014, esa vez, como manda la tradición, sin anclar. Hasta el pasado fin de semana.
