El 46.º Festival de la avellana que el Ayuntamiento de Piloña organiza el próximo 1 de octubre en Infiesto contará con un pregonero de excepción: el comerciante jubilado José Ramón Ramón Cortina, más conocido como "Pin Ráfer". Pese a que decenas de personas escucharán ese día su discurso en la plaza del Ganáu, este piloñés de 85 años de edad aseguró ayer que no tiene "nada de nervios" pero sí "mucha ilusión" por darlo.

Su nombre llevaba tiempo sonando con fuerza para pregonar la cita avellanera -el año pasado no pudo asistir al coincidirle con una marcha nacional de montañeros- y por eso Pin Ráfer ya tiene un borrador hecho en el que no faltará un guiño al primer promotor comercial del fruto, Luis Cardín, ni a los impulsores del Festival Lele Azcoitia, Paradona, Ángel Mayor, Horacio Fernández y José Ramón "Moncho".

El pregonero nació en el año 1932 en la calle Martínez Agosti de Infiesto y desde pequeño se convirtió en un comerciante "nato", según revela. Con sólo ocho años ya echaba una mano a su padre Manuel Ramón Fernández (de cuya abreviación del apellido le viene el apodo de "Pin Ráfer") en un negocio familiar de venta ambulante de telas, del que supo sacar tajada. "Cogía las cuerdas que sujetaban los tejidos y las vendía para hacer rodar peonzas a la gente. Con lo que sacaba me iba al cine de la calle Covadonga de Infiesto", revela Ramón, el mayor de cuatro hermanos (uno ya fallecido). Con poco más de 14 hacía sus pinitos como mecánico, engrasando, lavando e incluso reparando los pinchazos de la Citröen B12 gris con la que su padre hacía el reparto por toda la región, con mantas y sábanas adquiridas en Oviedo: los domingos iban al mercado de Cangas de Onís, los lunes tocaba el de Infiesto, los miércoles el de Villaviciosa, los jueves era el turno de Colunga, los viernes el de Posada de Llanes y los sábados el de Nava.

El matrimonio con Albina Artidiello cuando contaba 33 años de edad le proporcionó estabilidad emocional y dos hijos, Manuel y Carmen Luisa. La pareja dirigió hasta su jubilación un negocio de confección junto al Ayuntamiento de Piloña, que se amplió a la venta de muebles y colchones abriendo un segundo establecimiento en el número 62 de la calle Covadonga de Infiesto que hoy siguen regentando sus descendientes, a los que da consejos sobre técnicas de marketing. "Al poco de entrar el cliente por la puerta ya lo tengo calado y sé lo que necesita porque trabajé sin descanso 70 años en el comercio pero como nunca supe lo que eran las vacaciones tampoco las eché en falta", asegura este enamorado de la naturaleza, que ocupó varios cargos en el grupo de montaña Vízcares, entre ellos el de vicepresidente. "No hay semana que no suba al monte y de paso apañe alguna ablana por los caminos", relata el pregonero.

El 46.º Festival de la avellana pondrá a la venta el próximo 1 de octubre cerca de cinco toneladas del fruto seco, que este año llega pequeño pero sabroso. La programación incluye la actuación nocturna de orquestas como "Panorama" el próximo viernes o un mercáu tradicional en Mestres el sábado, desde las 11.00 horas.