Buena parte de la villa de Ribadesella es "zona inundable". Existe riesgo de inundación tanto marina como fluvial, y la ley impone una serie de condicionantes a la hora de construir. Así, el Plan General de Ribadesella, que se tramita en la actualidad establece que los nuevos usos (residenciales especialmente) deben situarse por encima de la cota de inundación denominada Q-500, que es aquella que, según los cálculos de la Confederación, alcanzarían las aguas en las avenidas cuyo período estadístico de retorno sea de 500 años. Hay restricciones a la hora de autorizar edificios, garajes subterráneos, sótanos, acampadas y otras actuaciones y usos por debajo de la cota de inundación. Esta circunstancia afecta principalmente a la zona oeste de la villa. En el caso de dolinas, las nuevas construcciones deberán contar con un estudio geológico-geotécnico que avale su construcción. Esta circunstancia afecta especialmente a la zona de Oreyana.
