En 2018 cumplen medio siglo y ya se están preparando para conmemorar una fecha tan redonda. El barrio riosellano de El Cobayu celebró este fin de semana las fiestas de San Miguel, un patrono que se debe a Miguel Ángel García-Lomas, el arquitecto que en 1968 concibió la que hoy es una de las zonas más pobladas de continuo en la villa riosellana.

"Todo salió muy bien", explica María Cuervo Alonso, de la comisión de fiestas. El domingo hubo misa y procesión, y los encargados de portar al santo fueron Gonzalo Cachafeiro, Alberto Mijares, Santi del Cueto y Luis Fuentes. El ramo grande fue portado por Benito Pérez, Jorge Álvarez, Monchu Cerra y Rubén Avín, y el ramo pequeño, por Olaya Somoano, Marta Barbas, Paula González y Candela Fernández.

Esta última parte del vecindario, la más joven, fue también la que más disfrutó ayer con los juegos infantiles y la gran chocolatada. Los socios recibieron el bollu y la botella de vino de manos de la comisión, y por la noche tuvo lugar uno de los momentos más emblemáticos de las fiestas, el concurso de bailes, seguido de un gran fin de fiesta a cargo de la orquesta "K-Libre".

El barrio riosellano pondrá el broche final a las celebraciones con el día infantil, que tendrá lugar hoy.

Concluirán así cinco días de fiesta que comenzaron el viernes con el pregón y la primera verbena, continuaron el sábado con más fiesta nocturna, y se remataron el domingo con los actos religiosos y los bailes regionales por la tarde, además de otro clásico de los festejos del barrio riosellano: la jornada de micrófonos abiertos.