Los terneros fueron los grandes protagonistas de la feria de San Miguel para toda clase de ganados que ayer se celebró en la localidad amievense de Santillán. Las crías cotizaron entre los 400 y los 700 euros de media de precio, siendo los más demandados los de la raza Limousin.

La gran afluencia de público -era difícil encontrar aparcamiento en los alrededores- contrastó con la escasez de compradores. La generalización de las ventas en casa en los días previos a la cita ganadera explican en parte este descenso.

En total, en el recinto ferial de Santillán se dieron cita más de cien cabezas de ganado, la mayoría vacuno. La cifra es inferior a otras ediciones porque muchos animales se encuentran aún pastando en el puerto. En la cita se pusieron a la venta algunos caballos y burros.

Los ganaderos asistentes resaltaron la buena calidad de los animales a la par que denunciaron el poco precio que se estaba pagando por ellos en el mercado. Las dificultades para mantener la cabaña por los ataques del lobo fue uno de sus principales temas de conversación.