Satisfacción entre compradores y marineros tras darse por concluida en la jornada de ayer la histórica campaña de arranque de ocle, actividad que no se llevaba a cabo en Llanes desde hace 29 años y que comenzó a comienzos de julio en medio de una gran polémica. El TSJA paralizó la actividad de manera cautelar tras una denuncia interpuesta por AVALL, colectivo que defiende la inexistencia de estudios suficientes que demuestren que el arranque no perjudicará al medio ambiente, a la vida en el mar ni a la situación económica y social de los recolectores de arribazón. Hoy se completará la campaña con los pocos kilos que faltan para alcanzar los 1,3 millones que Pesca dio permiso para arrancar entre Cabomar, en Nueva (Llanes), y Tinamayor, en Bustio (Ribadedeva).
Antonio Oves, responsable de la empresa J&K y comprador de ocle para tres compañías que adquieren las algas que sacan cinco de los ocho barcos que han tomado parte en la costera del denominado oro rojo, calificó ayer la experiencia de buena. "Estamos muy contentos del resultado y agradecidos a la Dirección General de Pesca, a la Federación de Cofradías y a la Cofradía de Llanes por el apoyo recibido", señaló. Oves, de cara a la campaña del año que viene, alza la voz para solicitar el aumento del cupo en unos 100.000 kilos. "Luchemos para que sea un poco mayor el año que viene", anunció.
Reiteró el comprador de algas llanisco que la práctica del arranque no va a perjudicar a los recolectores de arribazón. "De momento no ha afectado absolutamente nada a esa actividad y está a la vista, pues hay muchas playas tapadas de ocle. Eso sí, el precio bajará, pero ya iba a bajar de todas maneras", dijo. En la temporada pasada el kilo de ocle de arribazón se pagó 2,50 euros el kilo. Este año tiene un valor de entre 70 y 80 céntimos.
"Ha valido la pena. Repetiré el año que viene", aseguró el patrón del barco "María Rebeca", Mauro Fernández Noriega. "Al principio estábamos un poco a la defensiva. No pensábamos que saldrían las cosas tan bien", dijo. Aseguró que si la mar hubiera estado mejor en septiembre y no hubieran abandonado la campaña antes de tiempo dos barcos por problemas con los buzos, se hubiera completado el cupo hace un mes. Fernández invirtió 15.000 euros en acondicionar el barco para el arranque. Ha cubierto todos los gastos y logrado beneficios mayores que los que hubiera percibido si durante el verano se hubiera dedicado a la pesca.
Los participantes en la campaña subrayaron que la actividad ha estado muy controlada por parte de la administración.
