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Álvarez del Villar: "Estoy muy contento con el premio 'Delfos', no lo esperaba"

El preparador de la selección con Muñoz descansa en Cangas de Onís con su familia

Cangas de Onís lleva tiempo promocionándose en todo el mundo como un "estadio natural". Por eso, no es de extrañar que el entrenador de atletismo y preparador físico de fútbol madrileño Carlos Álvarez del Villar elija el concejo para pasar unos días de descanso con su familia.

Álvarez, que llegó a ser preparador de la selección española en la época de Miguel Muñoz y Vicente Miera, acaba de ser reconocido a sus 85 años con el XXV Premio nacional "Delfos", máximo galardón que concede la Asociación Amigos del Deporte y que será entregado en La felguera el 10 de noviembre. "Estoy muy contento. Aunque en mi carrera he recibido muchos premios este ha sido un galardón que no me esperaba para nada", aseguró.

El nuevo premio "Delfos" reconoce un apego profundo por el oriente asturiano que le viene de su abuela, natural de Romiyín (Parres). "De pequeños pasábamos veranos enteros aquí", reconoce el menor de diez hermanos. Su brillante carrera profesional comenzó mientras estudiaba Derecho en la Universidad Central de Madrid, cuando se convirtió en entrenador de atletismo. "En casa nadie hacía deporte y mi primer acercamiento a la actividad física fue la natación pero como era roín pasaba mucho frío y opté por correr", contó.

Álvarez formó parte de la primera promoción del Instituto Nacional de Educación Física de Madrid (1967-1971), donde tras acabar la carrera ejerció como profesor durante 19 años. De la tesina de fin de carrera surgió el "libro gordo de Petete", primer manual sobre teoría y práctica del entrenamiento deportivo del país. En 1974 se convirtió en el primer preparador físico de un equipo de fútbol, el del Rayo Vallecano, donde estuvo ocho años trabajando codo con codo con entrenadores como el uruguayo Héctor Núñez o Di Stéfano. Tras su paso por el Sevilla volvió a Asturias para opositar y sacó plaza en el instituto Bajo Nalón de Pravia, donde ejerció dos años.

Álvarez, que tiene tres hijos con la exprofesora Elena Sanemeterio (Daniel, Natalia e Irene) entrenó tras su jubilación a equipos como el Móstoles, Fuenlabrada o Getafe. "Si se tuviera más en cuenta la preparación física general en base al atletismo los jugadores no se lesionarían con tanta facilidad", defiende.

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