Resulta muy curioso, pero es real como la vida misma. En la vieja capital del Reino de Asturias uno se puede tropezar en un radio de escasos cien metros, en pleno centro de la urbe, con todo tipo de enseñas. Mucha culpa de ello lo debe tener el controvertido asunto catalanista que tanto ha agitado a este país en las ultimas fechas. Y es que en la confluencia de la calle Conde Peñalver con la Avenida de Covadonga, justo en la travesía de la N-625 (León-Santander), penden de diefrentes balcones hasta tres tipos de enseñas: una preconstitucional, desde en uno de los inmuebles que allí se localizan; otra con los colores republicanos, en otro edificio de varias plantas; y otras más -al menos tres- toda ellas constitucionales, en otro bloque de pisos. En fín, para todos los gustos y para todas las tendencias. Afortunadamente, el agua no llegó al río, pese a que las aguas del Sella no transcurren muy lejos.